Ayudar al profesor en la tarea de descubrir los mejores talentos de cada alumno

Enrique Morán Huelva

09 de enero 2014 - 01:00

Uno de los campos donde Coequipo ha plasmado su experiencia es en el de la enseñanza. El éxito de su filosofía en este ámbito podría suponer un cambio radical en muchas de las estructuras del sistema docente actual.

Su idea principal es también el desarrollo de los dos hemisferios del cerebro humano. Aplicado el sistema al mundo de la enseñanza, Elena Martínez del Hoyo entiende que el momento idóneo de trabajar con él es 5º o 6º de Primaria, que coincide con la etapa de la preadolescencia, "extendiéndose durante toda la Secundaria". La idea es que los chavales tengan claro cuál es el objetivo de sus vidas y que se dediquen a él con plenitud. Coequipo ha tenido experiencias formativas en el Colegio Funcadia, aunque sus comienzos fueron en la Politécnica de La Rábida donde existe un docente que sigue aplicando la metodología de Coequipo.

Martínez del Hoyo incide en el hecho de que "nuestro sistema dota de herramientas para sacar lo mejor de cada niño". Ese es precisamente uno de los objetivos fundamentales de los docentes que deben descubrir los talentos de los que están dotados sus alumnos, tarea ésta nada fácil.

El sistema de Coequipo se basa en la formación de varios grupos en una misma clase. Cada uno de ellos cuenta con un líder y en cada grupo se da cabida a los alumnos que muestran mayor potencialidad que comparten con aquellos que presentan más dificultades académicas y con los que tienen un perfil más normal. La meta es conseguir "jóvenes seguros de sí mismos, que crean en sus propias potencialidades".

El mayor déficit que encuentra Martínez del Hoyo, en el sistema tradicional, es el de la práctica exclusión de la creatividad del alumno ya que "todas las disciplinas relacionadas con ésta son transversales, mientras que las troncales son las que se basan en la acumulación de conocimientos".

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