Huelva

Aumentan las presuntas víctimas de agresión sexual de un entrenador de fútbol base de Huelva

Terreno de juego.

Terreno de juego. / M. G (Huelva)

La cifra de denuncias de presuntas víctimas de agresión sexual del entrenador de fútbol base detenido en Huelva hace dos semanas se han multiplicado. Fuentes de la investigación reconocen que la cifra ronda al menos la quince después de que desde el pasado lunes haya habido "un goteo constante de casos". Tras la detención y las primeras denuncias, la Policía Nacional esperaba que posibles víctimas silenciadas durante los últimos años se animasen a dar el paso. Así ha sucedido. Los agentes verifican en estos momentos cada de uno de los casos que llegan y temen que la cifra pueda incluso aumentar en las próximas semanas.

El técnico de fútbol base de 62 años se encuentra detenido en la prisión de Huelva desde el pasado 9 de enero. Los agentes acudieron a su puesto de trabajo en la Universidad de Huelva, donde ejercía como técnico de instalaciones. Su despacho fue registrado y en él, según desveló este diario, se encontraron ropas de niñas entre otros objetos que podrían estar relacionados con el caso. Inicialmente fueron cuatro denuncias que ascendieron en las primeras horas a seis. La Policía sospecha que haber más casos y anima a denunciar a las presuntas víctimas de las agresiones sexuales.  

El entrenador se hacía valer de su posición, según explicó la Policía, para acceder a los vestuarios, duchas, proponer masajes a las menores u obsequiarles con ropa a cambia de poder observar como se mudaban. Todas sus víctimas tenían entre 14 y 16 años en el momento de los hechos. También se quedaba con prendas de las niñas que, según fuentes de la investigación, han aparecido en los registros realizados. Ofrecía a sus víctimas noches de hotel a cambio de pasarlas con él, según la investigación.

Los hechos se habían producido desde 2017. Sus equipos alternaban entrenamientos y partidos en los campos de fútbol del Torrejón y Pérez Cubillas, según fuentes consultadas por este diario. El detenido, con una trayectoria de cerca de 30 años ligado al mundo del fútbol, obligaba a las víctimas a despojarse de la ropa interior para poder darles “masajes”, sin los que, desde su posición de entrenador, no podrían volver a jugar en el equipo. Varias de estas prendas de ropa interior eran arrebatadas a las menores para ser guardadas por el agresor entre sus pertenencias personales.

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