Astilleros de Huelva plantea la fusión con Sevilla y quedar como auxiliar

La empresa onubense se daría de baja como constructor de barcos de gran tonelaje · Tras la absorción por la factoría sevillana se realizaría una ampliación de capital en busca de nuevos inversores

Vista de las instalaciones de Astilleros de Huelva, ayer.
Vista de las instalaciones de Astilleros de Huelva, ayer.
Raquel Montenegro / Huelva

02 de septiembre 2009 - 01:00

Astilleros de Huelva ha llegado a una situación límite. La falta de liquidez que acucia a la empresa, que provoca la paralización de los encargos que tiene actualmente, y las nulas perspectivas de nuevos pedidos (sólo tiene carga de trabajo hasta el próximo año) han llevado a la compañía a plantearse una solución drástica a ejecutar en el menor plazo de tiempo posible. Y ésta pasa por la fusión con los Astilleros de Sevilla, de forma que la factoría onubense quedaría como una empresa auxiliar de la hispalense, renunciando incluso a la licencia para la construcción de barcos de acero de gran tonelaje.

Ese es el plan que uno de los miembros del consejo de administración de la compañía, Manuel Gómez (consejero delegado en Sevilla), ha presentado a los representantes sindicales de UGT. Todavía sujeto a posibles modificaciones (la propuesta tendría que ser aprobada por los consejos de administración de ambos astilleros, además de la Junta de Andalucía), el planteamiento que realiza la empresa tendría una consecuencia inmediata: el cese de la actividad principal de construcción naval en Astilleros de Huelva. La compañía propone cancelar parte del pasivo acumulado con los recursos económicos que se obtengan, incluyendo las ayudas por cierre contempladas en el actual marco de ayudas comunitario. La factoría onubense se daría de baja como constructora de barcos de más de 100GT, los grandes buques que ha venido construyendo hasta ahora, y se promovería una fusión por absorción de Astilleros de Huelva por los de Sevilla, de los que la empresa onubense es propietaria en un 80% tras adquirirlos en el proceso de privatización de los astilleros civiles.

El resultado de esta operación sería una nueva sociedad que, a juicio de la empresa, permitiría mejorar la gestión, con un abaratamiento de costes, algo imprescindible para la compañía en este momento. En la actualidad, las factorías de Huelva y Sevilla están construyendo seis buques, con problemas de financiación para ello. En las instalaciones onubenses, la construcción de dos buques se encuentra paralizada ante la falta de recursos, con la amenaza del inicio de un procedimiento de arbitraje por parte del banco del armador. En el caso de Sevilla, la empresa considera "vital" la obtención de recursos para la construcción de tres barcos, sobre los que asegura que existe el riesgo de cancelación de los pedidos por la escasez de liquidez para su terminación en plazo. El pasado mes de mayo Cajasol concedía un crédito de diez millones de euros a la empresa para paliar su falta de liquidez, pero ya entonces los sindicatos advirtieron que éste sólo serviría para cubrir los gastos y deudas más inmediatas.

Tras la fusión se plantea una ampliación de capital, haciendo posible la entrada de nuevos accionistas. De hecho, hace unos meses la Junta de Andalucía ya anunció a los sindicatos que trataba de encontrar un inversor para capitalizar Astilleros de Huelva y llegó a hablarse del interés del Grupo Gallardo en la operación. Esa inclusión de nuevos socios en la empresa se contempla en el plan de viabilidad, con una mención especial a las empresas subcontratistas de Astilleros.

La creación de una nueva sociedad, en la que Astilleros de Sevilla quedaría como actividad tractora de la misma, obligaría a una reorganización del trabajo. Las instalaciones sevillanas desarrollarían las actividades de contratación y construcción de buques, al ser la titular de la licencia para ello. Huelva quedaría como industria auxiliar, con labores de construcción de parte de los barcos para Sevilla o incluso otros astilleros, la ejecución de barcos completos de gran tonelaje contratados por la nueva sociedad de Sevilla y de pequeño tonelaje, o reparaciones, entre otras tareas. Incluso se buscaría trabajo en nuevos campos industriales, como la construcción de módulos para plataformas offshore, enfocadas a la producción de energía eólica marina.

Esto obligaría a una reestructuración completa del astillero onubense, incluidas sus dos empresas auxiliares, Nueva Lima e Instalaciones Industriales y Navales de Huelva (IINH), íntimamente ligadas a la empresa, de donde fueron transferidos trabajadores. Para estas sociedades se plantea una fusión, con la amortización de los puestos de trabajo que sean necesarios y diversificación de actividades.

Ésta es la propuesta presentada a UGT, por petición de la organización, y que según fuentes sindicales ya ha sido trasladada a Pymar (Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión), sociedad en la que también participa la Junta de Andalucía y que sirve de soporte a estas industrias para la consecución de créditos. La aprobación por parte de Pymar es imprescindible, así como por parte de los consejos de administración y juntas generales de accionistas de ambas empresas. Y de la Junta de Andalucía, administración que ha declarado en varias ocasiones su intención de buscar una salida a la difícil situación por la que pasan los astilleros y que se reunirá mañana con la dirección de Astilleros de Sevilla, que le presentará el plan de viabilidad. En ese proceso de negociación podría alcanzarse una solución distinta o complementaria a la planteada por la empresa, que ayer no quiso pronunciarse sobre el borrador de plan de reestructuración presentado a los sindicatos. Estos, no obstante advierten: si no se llega a una solución temprana, el futuro de los astilleros sólo pasa por el cierre.

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