La asociación Resurgir, con 24 años recién cumplidos al servicio de la sociedad onubense, nació con el objetivo de cambiar el concepto de limosna para abordar "con respeto y dignidad" un acto, en ocasiones, incómodo para las personas más vulnerables.

Un gesto "de tú a tú" que terminó con la idea de llevar a cabo un proyecto muy especial. Así nació su economato. Un establecimiento adaptado a las necesidades de las personas que viven en situación de pobreza, bajando los precios para que los onubenses puedan adquirir sus alimentos, productos de higiene o limpieza con su propio dinero. El economato, impulsado por Resurgir, cuenta con unos 60 voluntarios que controlan el establecimiento y reciben a las familias que se benefician de este servicio en la capital.

Todos los meses, la entidad atiende las necesidades de entre 600 y 800 familias. Los nucleos familiares asistidas por Resurgir, llegan hasta la asociación gracias al trabajo de cooperación que existe entre esta entidad onubense y los Servicios Sociales, que de la mano de otras organizaciones, estudian las situaciones de los personas que más lo necesitan teniendo en cuenta sus ingresos y gastos y los miembros que componen la unidad familiar, teniendo acceso así a los más de 300 artículos que componen los estantes del economato Social-Solidario de Resurgir en la calle alcalde José María Amo, 5 de la capital.

La labor de Resurgir no termina aquí. Su actividad principal se basa en sustentar el economato pero también relizan otras labores desde la entidad. Desde la asociación también realizan trabajos de acompañamiento, un gesto con el que escuchan las demandas y necesidades de los onubenses, además de trabajar mano a mano con otras entidades, que juntos cooperan por hacer la vida más fácil a los más necesitados.

La asociación imparte charlas en colegios, institutos y la Universidad de Huelva para concienciar a los más jóvenes y dar visibilidad a la pobreza. Un problema muy presente en el día a día, sensibilizando de que cualquier persona puede verse en esta situación en cualquier momento de su vida.

Algunos centros educativos de la capital colaboran con Resurgir. Con estos proyectos, tratan de hacer entender que el "problema de otro puede ser mío". Una labor de concienciación que se complementa con prácticas de voluntariado en el economato de la asociación por parte de los estudiantes. 

En la actualidad, la asociación Resurgir mantiene un convenio con los ayundamientos de Moguer y Aljaraque gracias a los que pueden sostener la actividad de la entidad. Próximamente, renovarán su acuerdo con el consistorio de Huelva, "el más importante", para atender, en coordinación de los Servicios Sociales, a las familias empobrecidas de las respectivas localidades.

Resurgir trabaja para intentar mantenerse en la piel del otro, a través del acompañamiento y el cariño hacia las personas más necesitadas a las que se les ofrece ayuda e insercción social junto con un seguimiento real en la sede de la asociación. Una labor, referente en la capital, gracias a la cual numerosas familias pueden llevar día a día los principales bienes a sus domicilios.