Artesanía del jamón en la Taberna Ibérica

Era apenas un adolescente cuando el gusanillo de la restauración llamó a su puerta, instalándosele en el alma como un veneno vocacional y apasionante que formará parte de él "mientras que viva". Entonces este onubense trabajaba como recogevasos en una terraza en Punta Umbría. Hoy, después de más de 20 años en el oficio, presume de negocio en un rinconcito del Polígono San Sebastián que se ha convertido en su particular paraíso. En el lugar exacto en el que confluyen las callos Alosno y Zaragoza, frente al polideportivo Las Américas, abrió sus puertas el 14 de octubre Taberna Ibérica de Huelva, resultado de la alianza del propietario de Carnicerías Juanma y nuestro protagonista, Álvaro Alonso. Aquí, en este Edén terrenal de nuestro hostelero, la bandera tiene el delicioso aroma de jamón y las chacinas de la Sierra de Huelva, el color del mejor vino tinto y los productos de la huerta del Condado, el sabor exquisito de los guisos elaborados con extrema delicadeza.

Sin duda, el producto estrella es el pata negra, pernera porcina que Álvaro modela con cuchillo y mañas de artesano. El secreto para desprender las finas láminas con maestría está en "cortar muchos jamones y hacerlo con mucho cariño".

Las excelente calidad de sus productos y los precios anticrisis -se puede degustar una tapa de guiso por 30 céntimos más el euro de la bebida- han logrado atraer en un tiempo récord la atención de los onubenses, hasta tal punto que el local (moderno y agradable) "se nos ha quedado chico". Por ello el hostelero se plantea ahora, junto a su socio, abrir en breve un nuevo negocio en el centro de la ciudad y convertir la Taberna Ibérica Huelva en una franquicia.

Luego, si todo va bien, "abriremos otros en Sevilla o en algún lugar del litoral, exportando el nombre de Huelva, que va en nuestra marca, y la calidad de sus productos por Andalucía". Haciendo "las cosas bien", con el objetivo de que "la gente siempre esté contenta", la empresa no será difícil. Que haya suerte.