Arte pictórico a flor de piel

Tras realizarse unos veinte tatuajes, Goyo se especializó en la grabación de dibujos en el cuerpo humanol tatuador La creatividad es clave en este mundo, donde se demandan diseños exclusivos.

El artista en su estudio realizando un tatuaje a una de sus clientes.
El artista en su estudio realizando un tatuaje a una de sus clientes.
Jesús Chaparro/ Riotinto

11 de enero 2011 - 01:00

El arte de grabar dibujos en la piel humana tiene cada vez más seguidores. A Goyo, artista riotinteño afincado en Valverde, empezó a atraerle cuando le hicieron su primer tatuaje. Le llamó tanto la atención como le pintaban en su cuerpo, que se animó a hacerse unos veinte, que le sirvieron de "aprendizaje, pues son muchas horas viendo como le hacían esos dibujos tan raros y tan bellos a la vez.

Goyo, como se hace llamar profesionalmente, se preparó para dedicarse al oficio. Desde pequeño ya le gustaba dibujar sobre el cuaderno del colegio, en la mesa pupitre o en las paredes (afición esta que le costó más de un "castigo" en la escuela). Su afición se propagó dibujando sobre cualquier cosa: camisetas, pantalones viejos..., logrando sorprender a propios y extraños cuando dibujó un paisaje sobre una uña con minúsculos pinceles.

A veces le hacen encargos un tanto sofisticados y difíciles de llevar a cabo, como un cliente que quiso que le tatuara un resumen de su vida, trabajo que le costó realizar, pues el ordenador que utiliza para sus diseños convencionales, no vale para este tipo de labor. En sus trabajos de diseño exclusivo, a veces no utiliza medios informáticos, los hace dibujando el motivo sobre la piel siguiendo los rasgos y líneas del propio cuerpo para ir modelando la figura que a veces ocupa una pierna, un brazo o una espalda. "Es como la ropa, que no es lo mismo comprarla hecha que a medida", apunta.

El método que sigue este artista para sus diseños, no es siempre el mismo. Los dibujos que tiene en su ordenador, los utiliza como patrón. Una vez escogido el modelo, si no es original, lo tiene que rediseñar, darle forma y adaptarlo con el pincel eléctrico a la zona del cuerpo elegida. No es como algunos piensan, pegar un adhesivo. Dibujar sobre la piel es mucho más complicado que sobre un papel o lienzo. Goyo comenta que su profesor de Bellas Artes intentó hacer tatuajes y lo tuvo que abandonar porque no le salían los dibujos como él pretendía.

Goyo cumple rigurosamente lo establecido por Sanidad, utiliza materiales de primera calidad siguiendo la normativa vigente, es decir, autoclave, ultrasonido, etc. Los materiales que están en contacto directo con las personas son monouso, aguja nueva para cada persona, tapones desechables para la tinta y una exquisita limpieza del estudio con ventilación natural y materiales de garantía aunque encarezca un poco más el trabajo, pero los tatuajes quedan para siempre sin problemas de remarcarlos con el tiempo.

Los trabajos de este artista están garantizados y contemplados dentro de las normas vigentes, ya que cumple rigurosamente los requisitos que por parte de Sanidad se requieren; un curso higiénico-sanitario de sesenta horas y estar dado de alta cómo autónomo. Aparte de todo lo relacionado con los materiales, contenedores de residuos peligrosos, superficies lavables... Estas normas están constantemente controladas por inspecciones periódicas de Sanidad, ya que hay que tener en cuenta que la piel recibe una "leve agresión", que hay que cuidar muy mucho al hacer el dibujo, manteniendo unas buena condiciones higiénicas.

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