La mañana transcurría de forma más agitada de lo normal en la calle Río Tajo y aledañas en la barriada de Pérez Cubillas. La visita del alcalde, Gabriel Cruz, y de varios concejales a las obras de la primera fase de rehabilitación de de las 80 viviendas municipales que hay en esta zona despertó cierta expectación entre los vecinos, que llevan años reclamando esta actuación.

Cruz destacó que con estos trabajos, que comienzan ahora en ocho viviendas y se extenderá hasta cubrir todas las casas, se cumple con un "compromiso prioritario" que los socialistas asumieron con los vecinos de esta zona en su programa electoral. "Se trata de atender el derecho de los ciudadanos a una vivienda digna, de cualificar y mejorar el día a día de la ciudad, no le podíamos dar la espalda a los vecinos", aseguró.

Cruz insiste en que las sucesivas fases cubrirán todos los inmuebles afectados

El alcalde recordó que estas viviendas tienen más de 60 años de antigüedad y nunca habían sido objeto de una intervención integral, por lo que, en su inmensa mayoría, "se encuentran en muy malas condiciones, algunas como auténticas infraviviendas". Las actuaciones ya han comenzado en las cuatro primeras casas, ubicadas en las calles Río Tajo y Río Chanza, y esta semana se iniciarán en otras cuatro en la calle Duero. Los inquilinos de estas casas ya en plena reforma se han trasladado a otros pisos de alquiler, corriendo el Consistorio con los gastos del realojo.

Con estas actuaciones, que tendrán una duración de cuatro meses, se dotará a cada vivienda de una nueva cocina y baño; se instalarán nuevas infraestructuras de saneamiento y electricidad y, entre otras reformas, se cambiará la solería. La finalidad del proyecto es ordenar las ampliaciones necesarias dentro de las parcelas existentes, para integrar el baño y la cocina, de los que carecía el proyecto original de 1958. Se enfrentarán los patios de cuatro en cuatro para una mayor ventilación e iluminación, mediante una solución constructiva de estructura metálica y cubierta prefabricada para los núcleos húmedos (baño y cocina).

En las obras ya iniciadas, lo primero que se está haciendo son los trabajos de demolición de los patios interiores -sobre los cuales los inquilinos fueron construyendo anexos que albergaban aseos, trasteros y cocinas, con materiales de baja calidad y estructuras deficientes-, quitando los paneles de fibrocemento y se han empezado los trabajos de saneamiento de los muros de ladrillo.

Para Gabriel Cruz, éste es "uno de los momentos más importantes de este mandato, ya que se interviene de una vez por todas en las casas de La Gañanía -como se conoce a la zona- para empezar a hacer justicia con unos vecinos que venían demandando esta rehabilitación desde hacía mucho tiempo".

Pese a la satisfacción general entre el colectivo vecinal, antes del inicio del acto se podía oír a algunos cuestionar por qué se han iniciado las obras en las casas elegidas y no en otras que, a su juicio, se encuentran en peor estado. Sobre esta cuestión, el alcalde recalcó que se han elegido éstas por criterios técnicos y también se ha dialogado con los representantes del barrio e insistió en que lo importante es que "después de esta fase vendrá la siguiente y luego otra, etcétera, hasta completar todas las viviendas". Fuentes municipales precisaron además que las casas donde se han iniciado las actuaciones presentaban problemas estructurales y recalcaron también que hay que actuar en grupos de cuatro viviendas colindantes por criterios técnicos.

Para el primer edil, lo importante es que se ha iniciado una actuación fundamental con la que se va a continuar y que permitirá que los vecinos puedan contar con "unas viviendas dignas y en condiciones de habitabilidad, salubridad, confort y accesibilidad". "Tenemos que dignificar algo tan esencial, tan fundamental, como es la vivienda", subrayó Cruz.