Aqualon se relanzará con un gimnasio, nueva terraza y otros proyectos comerciales

La crisis y la inminente competencia lo han puesto en la encrucijada de renovarse o morir. El centro comercial de la Glorieta Norte pone rumbo a una obligada reinvención, casi nueve años después de nacer como una de las operaciones clave en el convenio Puerto-Ciudad, destinado a acercar Huelva a su Ría. Fue el primer proyecto terciario que aunó comercio y ocio en la capital onubense, concibiéndose además como reclamo arquitectónico y permaneciendo desde hace varios años como el único multicines que queda en la ciudad tras los cierres encadenados del Fantasio, La Dehesa, Rábida y Emperador.

La panorámica de locales vacíos da cuenta, no obstante, de lo poco que cuajó esta oferta comercial, lo que se agravó con la recesión del consumo. Una oferta que ahora se topa con la presión de Holea, el proyecto de Carrefour Property que a mediados de noviembre abrirá sus puertas en la Ronda Exterior, junto al nuevo Leroy Merlin.

A contrarreloj se imponen reclamos de supervivencia y una campaña de relanzamiento de Aqualon que se perfila para los próximos meses en base a los estudios de mercado que se han realizado para atraer al público onubense. Según avanzaron ayer a este periódico desde la gerencia del centro comercial, una de las novedades más potentes que se ofrecerán en esta nueva etapa será un gimnasio de 2.000 metros cuadrados.

Las instalaciones deportivas se acondicionarán en la planta baja del centro comercial, en el local que hace tiempo dejó libre el supermercado Supersol. Aqualon está en negociaciones con dos entidades del sector para habilitar y gestionar el futuro gimnasio, con la previsión de inaugurarlo para el próximo mes de septiembre.

En paralelo, se está incubando otro proyecto comercial de envergadura -cuyos detalles se revelarán cuando estén los acuerdos cerrados- para la primera planta del edificio, con el fin de poner en valor todos los locales que están vacíos en la zona donde estaban Ivarte, Café de Indias y otros establecimientos que fueron cayendo como fichas de dominó.

Otra de las apuestas importantes de Aqualon para salir a flote es el cambio de imagen de la terraza y la ampliación del programa de conciertos. La semana que viene comenzarán los trabajos de renovación del pavimento de toda la zona exterior, se instalará un nuevo escenario y en junio darán comienzo las actuaciones musicales y monólogos, planteándose que, además de los viernes, este verano se organicen también los jueves. Se trata del programa Música y más, una de las iniciativas de dinamización del centro que se vienen desarrollando, junto a actividades como el parque infantil Puerto Pirata o promociones como la Tarjeta Club Aqualon.

La estrategia de supervivencia de Aqualon lleva ensayándose desde que hace un par de años el complejo comercial fuera adquirido por el grupo empresarial venezolano Mantex Metrópolis, tras una etapa de agonía por el concurso de acreedores del anterior propietario, GMR. Más de 24 millones de euros invirtió en 2004 esta empresa en un edificio de más de 17.000 metros cuadrados, pero siempre hubo, como mínimo, una veintena de locales sin arrendar de un total de 85.

Con la apertura del gimnasio, la renovación de la terraza y los proyectos comerciales que se están negociando, la actual gerencia asume el reto de acertar con el target ofreciendo nuevos servicios, a los que se unen las 700 plazas de aparcamiento, las salas de Cine Box y la locomotora que se mantuvo desde el principio, Inditex, que copa el 25% de la superficie del edificio entre las tiendas de Zara, Oysho, Bershka, Massimo Dutti, Zara Home, Stradivarius y Pull and Bear.