Huelva de ayer a hoy

Antonio Mora Claros entre vallas de obras

  • Las obras de la calle Puerto son el momento para acometer la restauración que el monumento necesita, afectada la piedra y suciedad en el bronce; en 1998 y 2011 ya lo hizo el gobierno del PP

La calle Puerto, con el monumento a Antonio Mora Claros en una antigua postal circulada el 26 de baril de 1934.

La calle Puerto, con el monumento a Antonio Mora Claros en una antigua postal circulada el 26 de baril de 1934. / Postal de L. Rosin · Archivo Sugrañes

Esta calle del Puerto, al fin se divide en dos ramos, dejando en medio una isleta de casas. El de la derecha da entrada a la Vega, y Marisma del Norte: el de la izquierda a la Calzada, y Marismas de Poniente, y Sur. En su acera izquierda solo se divide esta calle del Puerto con dos bocacalles: la más oriental la de la Botica, que va a parar a la Plazuela de la Concepción: la más occidental la de Herreros, que va a salir a la Placeta”.

Esta es la descripción que hace de la calle Puerto Juan Agustín de Mora en 1762 en Huelva Ilustrada; nos indica que al final se bifurca en dos ramales que dejan en medio una isleta de casas. Ahí mismo es donde se levanta el monumento a Antonio Mora Claros, que le dedicó la ciudad tras su fallecimiento el 22 de noviembre de 1922. Una iniciativa que abanderan Tomás Domínguez Ortiz y Pedro Garrido Perelló; monumento y placa de su calle que se sufragan por suscripción popular entre los onubenses.

El monumento a Mora Claros entre las vallas de las obras de la calle Puerto. El monumento a Mora Claros entre las vallas de las obras de la calle Puerto.

El monumento a Mora Claros entre las vallas de las obras de la calle Puerto. / Eduardo Sugrañes

Hoy las nuevas generaciones que pasan por la calle Puerto se pueden preguntar que quién era aquel hombre en cuya placa homenaje pone “Modelo de ciudadanos”. Sin duda habrá quien colija que es la persona que da nombre a la calle aledaña, la antigua de la Botica, y quienes vayan un poco más allá lo relacione con el palacio de la esquina, hoy centro de Día de Mayores, que fuera su casa.

Como ya he dicho en una de las muchas ocasiones que he tenido ocasión de hablar de él, su presencia en Huelva fue clave para el desarrollo de la misma, ya su padre, Antonio Mora García, había sido quien promovió la llegada del servicio de aguas a Huelva, él se encarga de conseguir los depósitos para el agua. Más tarde él hará lo mismo con el suministro de electricidad.

Antonio Mora está considerado como uno de los financieros y hombres de empresa que ponen los cimientos de la Huelva moderna e industrial junto a Manuel Vázquez López, Guillermo Sundheim y Matías López. Puso en marcha la fábrica de Electricidad San José y San Antonio, con la que surtía fluido a Huelva, Gibraleón, Trigueros y San Juan del Puerto. Hay hechos que hablan del perfil del abogado Antonio Mora Claros, en 1914 en plena primera Guerra Mundial la crisis carbonífera pone en peligro la actividad de la fábrica de electricidad y con ello la actividad en talleres y fábricas, además del alumbrado público. Para afrontar esta situación Mora Claros ordenó talar de sus extensos campos más de setenta mil encinas centenarias de su finca ‘El Partido’ y miles de olivos de la de ‘San Antonio’.

Detalle del deterioro del monumento en la piedra. Detalle del deterioro del monumento en la piedra.

Detalle del deterioro del monumento en la piedra. / Eduardo Sugrañes

Era el editor propietario del Diario de Huelva que comenzó a publicarse en 1908 que junto al diario La Provincia de Huelva eran las publicaciones de referencia en el siglo XX hasta verse obligado a desaparecer tras la guerra civil. Su participación a la Cultura de Huelva fue clara con la creación en la calle Gravina del Teatro Mora, para algunos considerados como el mejor de su género en aquella de toda Andalucía. Sirvió de escenario para los mayores acontecimientos teatrales y de la sociedad onubense.

Una de las obras sociales más importantes que impulsa es la creación de la institución para la lactancia infantil llamada ‘La Gota de Leche’, un proyecto que fue posible gracias a su empeño cuando era alcalde y para el que donó unos terrenos de su propiedad en el Paseo de la Independencia, hoy su espacio está ocupado por el Centro Municipal de la Juventud; haciendo la oportuna donación del material para su funciona miento.

Al mismo tiempo creó un servicio de Bomberos. En tiempos difíciles donó durante dos años el alumbrado público a la ciudad. Tuvo una gran aportación al urbanismo de la ciudad, activó la construcción del nuevo cementerio, colaboró estrechamente con el Asilo de Ancianos he hizo posible la vuelta de los franciscanos al convento de la Rábida. Sus méritos fueron reconocidos por el rey Alfonso XIII que le con cedió la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Encomienda de la Orden de Carlos III y el Collar de la misma además de nombrarle Gentil hombre de Cámara. Su esposa, Pepita Jiménez, fue nombrada condesa, y destacó por su dedicación a distintas actuaciones sociales, como la recuperación de la Hermandad de la Vera Cruz.

Antonio Mora Claros falleció en 1922 a los 46 años de edad, lo que originó una conmoción general en Huelva. Ocupaba entonces la alcaldía de la ciudad a la que había accedido el 1 de abril de 1920. En su trayectoria política está la presidencia de la Diputación Provincial de Huelva, del 3 de diciembre de 1913 al 12 de mayo de 1916, miembro de la Junta de Obras del Puerto y de la Cámara de Comercio, fue también consejero del Banco de España y diputado del Congreso.

El Domingo de Ramos de 1926 se inaugura el monumento que una comisión popular se encargaría de conseguir para su memoria; como anécdota la propuesta salió del periódico La Provincia, el de la competencia. El busto aparece firmado por Diego García Carreras y aunque en la placa aparece la dedicatoria de 1925, aunque su inauguración fue en 1926.

Con la llegada la Segunda República retiraron su busto, pero el propio Ayuntamiento acuerda por aclamación su restitución el 18 de octubre de 1934, sesión presidida por el alcalde José Barrigón Fornieles, ateniendo a sus méritos ciudadanos.

En 1998 fue el alcalde Pedro Rodríguez González quien promueve la restauración del monumento y en 2011 se deja exento en su plaza. El paso del tiempo sigue haciendo mella en el monumento, afectando a la piedra y acumulando suciedad en el bronce del busto. Ahora que se actúa en la calle Puerto en las obras de mejoras del centro peatonal y le vemos de nuevo rodeado por vallas, esperemos que todo culmine aquí con la necesaria restauración del monumento.

Recordamos sus palabras: “No dejen ustedes de trabajar por Huelva, que es buena y todo sacrificio se lo merece”.

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