Antonio Borrallo Gómez 'El Mixto' (y II)
Historia menuda
EL carnet de artista tenía grabado el yugo y las fechas franquistas y al Mixto, que lo tiene guardado aún, verlos le da escalofríos. Lo mismo le ocurrió a su padre en 1959: Era republicano, al igual que su abuelo, y cuando su hijo le enseñó el carnet de artista al ver los símbolos franquistas que llevaba casi lo tira por el balcón. Le dijo: -"¿Esto para qué es? ¿Tú de dónde vienes". El aplaque de nervios no fue sencillo, pero…
Después, encontró trabajo, gracias a su gran amigo Peque de la Isla, en el Mercado Central de Pescados de Madrid y fue testigo de la picaresca de la Villa y Corte. Allí, conoció a dos o tres industriales de Linares que le metían el pan esponjado a los calamares para que pesaran más… Un día Toronjo, al que iba a ver muchas tardes, le dijo: -"Tito, a ver si cuando puedas hablas con Jesús, para que te meta en el cuadro flamenco y vayas experimentando, cantando para el baile…". Le hicieron unas pruebas y lo colocaron en Las Cuevas de Nemesio (taberna flamenca que disponía de un pequeño teatrillo y en la que creció como artista Paco Toronjo), donde coincidió con otro grande del flamenco: Porrinas de Badajoz, con su hijo Juan, su yerno Eugenio de Badajoz, excelente bailaor, con Juan Cantero, otro gran artista pacense, y con El Indio Gitano, un pedazo de artista, de la misma procedencia que los anteriores. Así, poco a poco fue aprendiendo a cantar para el baile, por cierto, cosa no sencilla. Pero él poseía el reprise suficiente y era habilidoso en el compás y en el ritmo aprendió con suma facilidad. La primera gira la hizo, en 1962, con un gran amigo que bailaba de escándalo, Pepe Montilla. A ellos se unió Luisillo, un bailaor gitano, de mucha técnica y estilo. Se fueron a Japón, siendo una de las primeras embajadas flamencas que visitó el país del Sol Naciente.
Ese mismo año coincidió en Benidorm (Alicante) con Carmen Amaya, poco antes de que muriera (1963). El Mixto actuaba en El Burro, en la compañía de Antonio Molina. Al poco tiempo, debutó Peret. En el poco tiempo que coincidió en el pueblo alicantino con Carmen hizo una buena amistad con ella, dado que él era casi un niño, y con su marido, Juan Antonio Agüero, médico, que lo quería mucho; con su cuñado, Mario Escudero, que más tarde estuvo varios años dando clases en la Peña Flamenca de Huelva, con Sabicas. Ese mismo verano, estando en la Compañía de Antonio Gades, que lo quería como si fuera su padre, bailaor célebre en aquellos instantes, ya que había sido protagonista en la película Los Tarantos en la que también fue protagonista Carmen Amaya. El Mixto opina, como muchos críticos, que Antonio Gades fue el mejor bailaor, después del onubense Alejandro Corsi 'Alejandro Vega', ya que era su discípulo. En este sentido, todos los alumnos que tuvo el gran Alejandro (Rafael de Córdoba, con el que tuvo Antonio Borrallo la fortuna de cantarle en Argentina; Güito, María Maya…) se conocían en la forma de bailar, no en vano habían recibido las enseñanzas de uno de los mejores bailaores de todos los tiempos. Después, perteneció al elenco artístico de 'Luisillo', de José Greco… Un día le dijo Chano Lobato, con el que había coincidido en la misma pensión y había forjado una gran amistad, jefe del cuadro flamenco de Antonio el bailarín: -"A Antonio le está haciendo falta un cantaor… ¿Tú eres capaz de…?" Era una prueba muy difícil, ya que Antonio Ruiz Soler, 'Antonio el bailarín', era admirado hasta la idolatría, firmando los contratos más ventajosos de su época, ya que los empresarios deseaban, con ardor, verlo actuar en sus teatros. Con Antonio estuvo en casi toda América, en casi toda Europa, en definitiva, en medio mundo. En el elenco de Antonio figuraba, nada más y nada menos, que Antonio Mairena, que figuraba de primer cantaor, Fosforito, iba de segundo y él iba de tercero.
Era una época muy especial. Así, después de actuar en los tablaos, los cantaores iban a buscarse la vida a las diversas ventas y colmaos que existían en los alrededores de Madrid. En ellos paraban todos los artistas y los buenos aficionados al flamenco que vivían en Madrid. En esas fechas, se acercó en muchas ocasiones a casa de Manolo Manzanilla, natural de Manzanilla, que había estado de cantaor con Antonio el bailaor. Fue una época en la que iba a todos lados con Peque de la Isla, gran cantaor onubense y excelente amigo de Antonio Borrallo. A renglón seguido, El Mixto continuó su carrera artística con diversos ballet, con los Granados, con La Morucha, Joaquín Robles, José Greco, fiel a su consigna artística de que sólo cantaba para el baile, pero siendo muy apreciado en su trabajo..
En aquella fase de su vida nunca actuó en nuestra capital. En la provincia, perteneciendo a la Compañía de Juan Valderrama (en la que declara con orgullo que estuvo un año), actuó en la plaza de toros de Valverde del Camino, aunque el propio Juan lo sacaba al escenario y cantaba algunos fandangos de Huelva. Aquel espectáculo era de tronío, difícil de superar: Contaba al frente de él con Juanito Valderrama, con Pepe Pinto, La Niña de la Puebla, Luquita de Marchena, Fosforito, Juanito Maravillas… Después de que cantaran todos, salía Juan Valderrama y sobresalía de entre tantas estrellas. Cuando fijó su residencia en Huelva, 1975, estuvo cantando con Los Peques de Huelva, en la Peña de la Orden, Punta Umbría... Más tarde, lo ha hecho en la mayoría de las peñas flamencas de Huelva y su provincia. Como socio, sólo ha pertenecido a la de Huelva.
Sus nexos con la televisión han sido diversos. Así, en Canal Sur Televisión ha estado en dos o tres ocasiones: en una de estas ocasiones Amanda, bailaora de Gibraleón, hizo un programa en el citado pueblo, lo llamó y le cantó a ella por alegrías. Este programa lo dirigía Luis Arenas.
Altruistamente ha cantado, por la promoción del cante, en San Juan del Puerto, Punta Umbría (donde recibió un homenaje el viernes, 5 de junio de 2009, a las 22:30, en el que participaron numerosos cantaores de la provincia), Calañas, Villanueva de los Castillejos, en las Peñas capitalinas El Higueral, Tertulia de las Colonias, etc.
Aprovechamos esta Historia Menuda para rendir un pequeño homenaje de simpatía y admiración a la Peña La Soleá, sita en la barriada de La Orden, a ese grupo de excelentes aficionados y mejores personas (Gabriel, su presidente, Paco Calleja, Pepe Sánchez y así hasta los 7 u 8 socios de que consta) por la labor que siempre han hecho en pro del cante flamenco. Hubo un tiempo en que realizaron concursos muy buenos, como fue el de La Soleá que, en una ocasión, ganó Antonio Borrallo 'El Mixto'.
Podríamos llenar varias páginas más de Huelva Información con las cuitas de Antonio Borrallo, de este maestro del flamenco que siempre va con la verdad por delante y tiene como timbre de honor haber pasado muchas penalidades por su pasión por el Flamenco y del que han bebido en las fuentes de su saber el propio Arcángel, cuando estaba en la Peña de la Orden; el beasino, Sebastián Cruz y tantos y tantos otros, de un amante del flamenco que pertenece a una generación que ha tenido la dicha de escuchar en su patria chica a los más genuinos representantes del cante y, en aquellas célebres ventas y colmaos madrileños, a figuras de la talla de Pericón de Cádiz, Juanito Barea, El Culata, Aurelio, Manolo Vargas, Fosforito… y otros grandes de S. M. el Flamenco.
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