Huelva

Agradecimiento de la familia González Mora

Francisco Javier González Mora.

Francisco Javier González Mora. / H.I. (Huelva)

Por suerte o por desgracia, la mayoría de los que leéis estas líneas, por no decir todos, conocéis ese dolor intenso que se instala en el alma cuando un ser querido fallece. Pero cuando esa persona que nos abandona se marcha antes de lo que consideramos apropiado y razonable, el dolor es aún mayor. Y aunque el dolor no desaparezca, este se hace más llevadero con el cariño de las personas que, aún sin conocerte, se muestran fuertes compañeros de batalla. Personas que de forma desinteresada paran sus vidas para darte alguna muestra de cariño que ayude a aliviar la pena. Y que sin duda lo hacen. Nunca pensamos que tendríamos que hacer este comunicado, y menos aún tan pronto, pero como bien decía el mejor maestro que jamás tuvimos y tendremos “es de bien nacidos ser agradecido”, y por ello hoy escribimos estas líneas.

Queremos agradecer a la Universidad de Huelva el cariño y apoyo mostrado al que fuera su profesor del Área de Derecho Administrativo y director de Normativas y Procedimientos de su querida Secretaría General. A todo el alumnado y ex alumnado de la universidad que nos ha escrito consternado por la noticia del fallecimiento de “un gran profesional y docente”. A todos los compañeros y al propio Ilustre Colegio de Abogados de Huelva por su amistad y respeto al colegiado número 1048. Al mundo cofrade, y en especial, a su querida Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo de la Victoria, Nuestra Señora de la Paz y San Rafael Arcángel, por volcarse con este “tonto de capirote” que tenía una de sus pasiones en la Semana Santa. A todo el personal de enfermería que, amablemente, nos ha guiado en este proceso tan doloroso. A la gran familia de Mensajeros de la Paz, que aún desde la distancia se ha mostrado servicial y atenta a nuestras necesidades. Al personal del Colegio Santa Teresa de Jesús por estar, una vez más, junto a nosotros. Y a todas y cada una de las personas que habéis dedicado un momento a compartir nuestra pena en estos días tan grises. Nosotros, la familia González Mora, nos sentimos felices y abrumados ante todas las muestras de cariño recibidas.

Gracias por las buenas palabras y por el apoyo recibido. Siempre supimos de la grandeza personal y profesional de nuestro Ico pero, después de estos días, nos queda claro que no era cosa propia del amor de su familia. De verdad, gracias infinitas. No hay palabras que puedan expresar el agradecimiento tan inmenso que sentimos hacia vosotros.

Y a ti, papá, te queremos agradecer que siempre dieras lo mejor de ti y que hayas sido un ejemplo de bondad, esfuerzo, fortaleza y superación. Gracias a todo ello hoy nosotras recogemos los buenos frutos de tus actos.

Si nos lo permitís, y tomándoos la palabra de pedir lo que necesitáramos, os pedimos que lo mantengáis vivo en el recuerdo, que habléis de él y contéis anécdotas, así nunca se irá del todo. Y, por último, recordadlo como lo que era, una gran persona.

¡Ahí queó!

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