Acordes en un entorno único

El Festival de Música a la Luz de la Mina recibe, hoy y mañana, a Dorantes y Martirio en el recinto festivo ubicado en el paraje natural de la antigua explotación minera de Peña de Hierro, en el término municipal de Nerva, junto al nacimiento del río Tinto. Las entradas tienen un precio de 7 euros para cada concierto y 12 si se adquieren para los dos.

Ambos artistas han mostrado su ilusión por actuar en un entorno al aire libre, donde ya han triunfado otros genios andaluces de la música como, los pianistas Rafael Prado y Javier Perianes, o los cantantes, Arcángel, Argentina, Kiko Veneno, Alba Molina y Manuel, Raimundo Amador, y otros tantos de grupos de diferentes estilos musicales.

Dorantes, que será el primero en abrir el telón esta noche, presenta su espectáculo Interacción con la intención de abrir el alma a la música y encontrar un momento mágico entre tanta belleza natural. "Vamos a Nerva muy ilusionados porque nos han hablado muy bien de este festival y conocemos la cultura musical que tiene la localidad. Para nosotros es una doble responsabilidad, si tenemos en cuenta el elenco de artistas que ya han pasado por aquí.", comenta. Se trata de un guiño a los orígenes del flamenco, en el que la improvisación ganará peso a medida que los músicos vayan impregnándose de la magia que Peña de Hierro alberga entre sus bancos de mineral multicolor con los que recibe a los visitantes al caer la tarde.

"Vamos a acariciar los corazones de la gente. Vamos a sentir y a hacer sentir. Lo vamos a pasar muy bien porque habrá muchos motivos para hacerlo bien", asegura el artista.

Dorantes propone para esta noche un interesante concepto y diálogo artístico en el que los tres elementos dirigidos desde su piano recrean un espacio intenso y llamativo de ritmos y expresiones que recogen el alma y fuerza del flamenco por principio como forma de expresión mediante la cual se transmiten mutuamente sus pensamientos, deseos y emociones. "Esta noche se darán todos los condicionantes para ver un espectáculo irrepetible", afirma.

La noche del sábado será para Martirio que, al igual que Dorantes, está deseando experimentar las sensaciones que, todos los que han pasado ya por el escenario de Peña de Hierro, aseguran darse. "Todos me han hablado muy bien de este lugar, de la noche, del escenario natural que nos vamos a encontrar, de la magia que envuelve el entorno. Mi amigo Cobos Wilkins me ha hablado maravillas sobre actuaciones que ha podido disfrutar aquí, como la del pianista Rafael Prado. Mi hijo Raúl también tuvo la fortuna de tocar aquí con Kiko Veneno", destaca.

Martirio viene a Nerva con la intención de dar "una ducha por dentro" a quien se acerque al concierto. "Un sitio como este es muy propicio para hacer caricias a la gente, para que conecten consigo mismos, para que rían, para que lloren, para que sientan. Me encantan las cosas poco corrientes y este paraje encaja perfectamente con nuestro repertorio. Será muy emocionante", asegura.

La artista onubense llevará a Peña de Hierro su espectáculo dedicado a Chavela Vargas con un cante profundo que sale del alma y una segunda parte centrada en el amplio repertorio que le ha granjeado su dilatada carrera discográfica. "Disfrutaremos de la música y haremos disfrutar a todo el que se acerque a Peña de Hierro", afirma.

La mina Peña de Hierro se encuentra ubicada al noroeste de Nerva, en plena Faja Pirítica Ibérica, junto al nacimiento del río Tinto a tan sólo 3 kilómetros del núcleo urbano. Debe su nombre al crestón ferruginoso que corona la mina a cielo abierto.

La historia de esta mina se remonta a la época romana, llegando a su mayor producción desde 1850 hasta el final de la II Guerra Mundial en 1945, cerrando definitivamente en el año 1972.

La espectacular corta de la mina a cielo abierto, que alberga en su interior un lago de aguas rojizas, tiene 330 metros en su eje mayor y 160 en el menor, con una mina subterránea de 155 metros de profundidad dividida en 12 niveles.

Hoy en día, la Peña de Hierro, gestionada por la Fundación Riotinto, se ha convertido en uno de los principales recursos turísticos de Nerva. Desde que se cerró el acceso de visitantes a Corta Atalaya, cientos de turistas visitan todos los meses esta pequeña corta minera, enclavada en uno de los parajes naturales más bonitos de la Sierra del Padre Caro, que destaca por su espectacular colorido.