Pilar Velázquez · Actriz

"Acepté el destape como algo más de mi trabajo, pero no fue lo mejor del rodaje"

  • La madrileña regresa esta noche (21.00 horas) al Gran Teatro de Huelva con la obra de Tenesse Williams' La noche de la iguana', coprotagonizada por Tomás Gayo y dirigida por María Ruiz

Serena, cercana, deseando volver a reencontrarse con el público onubense. Pilar Velázquez pisará esta noche las tablas del Gran Teatro degustando cada instante, dejándose la piel, porque lleva a Huelva clavada en el alma.

-¿Qué hace tan especial para el público La noche de la iguana?

-Que es una obra de Tenesse Williams con un texto maravilloso. Tienen que venir a verla porque hay un reparto fantástico, y esa es la baza principal. Además, el público no tiene todos los días la suerte de ver una obra de Tenesse porque casi nadie se atreve a llevarlo al teatro.

-La función, tal y como fue concebida, dura al menos tres horas.

-Sí, sí, pero en esta función hemos dejado sólo la esencia de la obra y dura una hora y media, aproximadamente. Los resultados en el público y en la crítica de todos los sitios donde hemos actuado son excelentes. El público de Huelva se lo va a pasar muy bien, estoy segura.

-Lo conoce bien.

-Por supuesto. Hace muchos años que veraneo en Punta Umbría y es un público, aparte de simpático, muy inteligente porque entienden muy bien lo que es una buena obra de teatro o una buena película.

-Esta obra es muy popular en su versión cinematográfica, pero no tanto en teatro, tal vez por su complejidad.

-Claro, es una obra compleja y difícil, pero tiene ese fondo de Tenesse Williams, que incluye dentro del drama de los personajes una parte cómica, irónica y de humor negro, que hace que el público se ría de ellos en momentos delicados de la historia.

-Es la primera vez que ha trabajado a las órdenes de María Ruiz.

-Efectivamente y ha sido como un regalo del cielo. Tiene una paciencia y una calma impresionantes y eso te lo transmite. Nunca se irrita. El haber podido trabajar con ella, construir mi personaje, ha sido increíble.

-Ha sido difícil enfrentarse al papel de Maxine Faulk.

-Mucho, porque es una mujer muy vitalista que ha dado zancadas en la vida hasta que encuentra al lado de su marido la tranquilidad, pero es una mujer joven que se ha casado con un hombre mucho mayor y es una persona todavía adicta al sexo. Es luchadora y no deja que nadie se inmiscuya en su terreno, pero tiene un fondo estupendo aunque monte cirios. Es un personaje divertido.

-¿Se parece en algo a usted?

-En su vitalidad y su capacidad de lucha. En la vida hay momentos blancos, grises y negros y en estos dos últimos yo siempre he tirado para delante.

-Ahora comparte protagonismo con Tomás Gayo, ¿había actuado en alguna ocasión con él antes de este trabajo?

-Nunca, pero es un gran profesional, un trabajador incansable.

-Con Antonio Cuadri, el director onubense de Trigueros, tiene una conexión especial.

-¡Ay, mi Antonio! Es muy importante en mi vida a todos los niveles, en lo personal y en lo profesional. Le quiero y le admiro muchísimo, es una persona muy inteligente y es un director fantástico. Es un gran amigo.

-Además, ha trabajo varias veces con él.

-En la serie Al salir de clase primero, y luego rodamos La buena voz, de 2005. En la película me dio el personaje de Rosa y creo que en cine es lo mejor que he hecho, aunque la cinta no tuviera mucha promoción.

-¿Volverá a trabajar con él?

-No lo descarto. Creo que él está pensando ya en una película para que pueda trabajar. Yo le adoro y él me dice 'la mala', por mi papel en Al salir de clase.

-Desde 2005 no ha vuelto a la gran pantalla.

-No, pero espero hacerlo con él. Nos entendemos muy bien, aunque es muy duro a la hora de trabajar, no te pasa ni una.

-Su ausencia en el cine, ¿se debe a que no le ofrecen nada interesante o a que prefiere el teatro?

-A que no me ofrecen cine. Los directores nuevo no creo que sepan ni quién soy y yo tengo ya una edad en la que entiendo que si tienen que echar mano de una actriz de mi edad, echan mano de otras con más nombre.

-Pero hay muchas a las que han resucitado en los últimos años, ¿no?

-Espero que me puedan resucitar a mí.

-Fue usted una gran musa del destape, una de esas diosas de la libertad en la piel de toro, ¿qué recuerda de aquella época?

-Fue una moda que llegó a España tarde, pero lo acepté como algo más de mi trabajo, aunque no fueron los momentos que más me gustaron del rodaje de un película.

-¿Reniega de esa época?

-No, no, no. Yo no me arrepiento de nada, fue parte de mi trabajo y no es nada vergonzoso.

-¿Cómo es la Pilar Velázquez de casa?

-Tranquila, amiga de sus amigos. Me gusta mi libertad y que no venga nadie a meterse en mi vida.

-En su tiempo libre, ¿qué hace?

-Uff, siempre estoy haciendo algo. Me dicen que tengo pilas eléctricas. Me gusta ir al cine, al teatro, leer, oír música. Soy muy activa y no me aburro.

-¿Qué significa Huelva para usted?

-Amigos, veranos maravillosos con mi familia, con mi hijo. Es una suerte. Punta Umbría es para mí una playa tranquila donde no tengo que bajar con ningún tipo de sofisticación y eso es importantísimo. Allí descanso. Y comer como se come en Huelva, disfrutar de su clima, no tiene precio.

-Diríjase al público onubense.

-Les digo que vayan a ver esta función porque saldrán satisfechos.

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