Seguridad y mejora de la movilidad. Estas son las dos líneas estratégicas del Gobierno en materia de infraestructuras y a ambas responde, según aseguró ayer el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, la variante de la N-435 a su paso por Beas y Trigueros (que no el desdoble completo de la carretera, obra que, como los puentes a Punta Umbría, son una suerte de entelequia de la que se viene hablando desde hace más de dos décadas).

Durante el acto de puesta en servicio de esta infraestructura que discurre entre el kilómetro 203,0 y el 220,5, el ministro –acompañado por el delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández; y por la consejera de Fomento, Marifrán Carazo– aseguró que la variante de Beas (junto a la de Trigueros que se puso en servicio en abril) será “un eje vertebrador para la provincia”.

Así, recordó que las travesías de ambos municipios eran las únicas que quedaban en el itinerario de la N-435 dentro de la provincia y en ellas los datos de tráfico mostraban una alta intensidad de vehículos (un elevado porcentaje de pesados) y la existencia de retenciones y accidentes.

De este modo, con la puesta en servicio de estos casi 17 kilómetros de longitud de las variantes, cuyas obras comenzaron hace cuatro años, se consigue la supresión de ambas travesías urbanas, lo que, a su juicio, “repercutirá en la mejora de la calidad de vida en ambos términos municipales”.

Pero, además, se logrará también “una mayor fluidez de la circulación de los vehículos pesados, facilitar el tránsito de largo recorrido, reducir los tiempos de desplazamiento a lo largo de la carretera nacional y mejorar la seguridad y las condiciones ambientales de los municipios”.

Por ello, Ábalos destacó que los casi 56 millones de euros invertidos “no sólo mejorarán la vida de los habitantes de Beas y Trigueros, sino que toda la provincia se beneficiará de esta carretera.

Cuatro años de obras y ocho desde su aprobación: el proyecto se aprobó en enero de 2011, se adjudicó dos años más tarde y las obras comenzaron en 2015

Aún resta por finalizar la remodelación de la intersección con la carretera HU-3103 a Fuente La Corcha y, sobre todo, el desdoble completo de la carretera, que consiste en convertir el tramo de la carretera nacional que va de San Juan del Puerto a Zalamea la Real en una vía de cuatro carriles.

Se conoce como la futura autovía A-83 y, al respecto, Ábalos recordó que el pasado mes de abril “retomamos la redacción del estudio informativo” de esa infraestructura.

De momento, el tramo puesto en servicio ayer es una carretera convencional de una calzada de dos carriles de 3,5 metros cada uno, dos arcenes de 1,75 metros cada uno y dos bermas (exteriores) de 1,10 metros.

Cuenta con 29 obras de drenaje transversal de distintas tipologías y 13 estructuras: 2 de ellas son viaductos, 3 pasos superiores, 6 pasos inferiores y 2 pasos de fauna.

Como medidas de integración ambiental en este tramo destacan, según la información facilitada por Fomento, la reposición de las vías pecuarias interceptadas, la adecuación de los pasos de fauna, la revegetación de los taludes de terraplenes y desmontes empleando tierra vegetal e hidrosiembra, la instalación de pantallas contra el ruido en zonas cercanas a la población y el seguimiento arqueológico que se ha llevado a cabo durante las obras.

La consejera de Fomento, que agradeció a Ábalos su visita a Huelva, recordó que la variante ha sido una de las infraestructuras más demandadas en la provincia onubense y en lo que a la Junta compete, afirmó que hará todo lo que esté en su mano para resolver el déficit que en esta materia padece la provincia.

No obstante, para ello apeló al entendimiento, al compromiso y a la lealtad institucional entre todas las administraciones: “Solo sumando iremos a más y sólo colaborando entre las distintas administraciones lograremos ser útiles, que es lo que reclaman los ciudadanos”.