El AVE, ni en miniatura

Verdaderas obras de arte e ingeniería se esconden en las maquetas ferroviarias de aficionados onubensesl la realidad a escala Con todo lujo de detalles se levantan estas maquetas que, en algunos casos, tardan una década en montarse.

Vicente Ponce / Huelva

08 de febrero 2009 - 01:00

Hoy día, donde la magnanimidad está de moda y la grandeza se valora por encima de todas las cosas, sorprende sobremanera descubrir el encanto que desprende lo diminuto, sobre todo, cuando se consigue reducir y reproducir la realidad, en este caso ferroviaria, a un tamaño escala.

Sobre ocho metros cuadrados, el onubense Pepe Rebollo ha conseguido levantar una ciudad donde las railes son los protagonistas. Con todo lujo de detalles, esta impresionante maqueta ferroviaria se erige como una obra de arte e ingeniería al darle vida más de 200 metros de railes por donde puede circular, a la vez, unos 10 trenes, en miniatura, de las más de 60 máquinas de todo tipo y de todas las épocas, que empujan más de 150 vagones -de pasajeros o mercancía, que este amante del modelismo ha llegado a compilar durante más de 40 años.

"Todo los elementos que la conforman tienen su correspondencia en el mundo real. Es más, algunos de los elementos, como puentes eléctricos, tienen el mismo funcionamiento que las catenarias en activo en la actualidad", aclara Pepe, quien se ha llevado más de 8 años montando esta maqueta por donde lo mismo marcha una imitación a escala del original y genuino Orient Express, construido en 1889 -emitiendo el mismo sonido y echando humo, o uno de los talgos que desde Madrid o Barcelona tienen parada en Huelva.

"Intento tener todos los modeles de trenes que han hecho parada en la estación onubense... como el AVE aún no ha llegado, tampoco me parece bien incluirlo en ella", apunta, mientras delibera, con ironía, dónde colocar la magnánime estación de Calatrava.

Ninguna de las tres estaciones que pueblan su maqueta, ni las ciudades o pueblos difuminados en ella reproducen el paisaje onubense. Sin embargo, cualquiera de sus múltiples farolas, semáforos, coches, vallas publicitarias, túneles, puentes, camiones, ciudadanos, ciclistas, edificios, calles, pasos de peatones... tiene su correspondencia en el mundo a tamaño real.

Esta pasión de Pepe se fraguó en su niñez, cuando iba con sus amigos a jugar a la antigua estación de Zafra. Se convirtió en hobby, cuando su hijo era pequeño, hace ya 40 años. Una típica locomotora le condujo a realizar una maqueta, y esta a otra, y así sucesivamente. "Llevó 8 años con esta última, a escala H-0, reducida en 1-87. Nunca se acaba, lo que limita siempre es el espacio".

Dice que este mundillo engancha, y que existe un submundo alrededor de tiendas, foros, congresos, mercadillo donde encontrar cualquier locomotora, máquina o vagones que se quiera, así como los otros elementos que en miniatura que la da un aspecto real".

Tan real que, a veces, los trenes sufren descarrilamiento o choques entre sí. "Todo aquí es tan pequeñito que cuando hay un salto o tirón llega la catástrofe, pero aquí, afortunadamente, sin víctimas".

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