Huelva

Más de 20 años de cárcel por violar y amenazar a la dueña de la casa donde entró a robar

  • Deberá indemnizar a la víctima con 39.089 euros

Audiencia Provincial de Huelva.

Audiencia Provincial de Huelva. / Alberto Domínguez (Huelva)

La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a un hombre a 20 años y 6 meses de cárcel tras entrar a robar en una casa de Cartaya (Huelva), en cuyo interior se encontraba su propietaria, a la que agredió sexualmente, amenazó con un cuchillo y lesionó antes de llevarse todo lo que había de valor.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, lo considera responsable de un delito de agresión sexual por el que le impone la pena de 13 años y 6 meses; de un delito de robo con violencia e intimidación en vivienda y con uso de instrumento peligroso, por el que suma 5 años y un día más de cárcel; y otros dos de lesiones y amenazas por el que lo condena a un año más por cada uno.

Asimismo, suma tres órdenes de alejamiento al menos de 1.000 metros y comunicarse con la víctima por un período total de 40 años; así como libertad vigilada por un periodo de 10 años.

También deberá de indemnizarla en la cantidad de 12.390 euros por las lesiones sufridas, 18.699 euros por las secuelas sufridas y 8.000 euros en concepto de daño moral.

Se declara probado que el acusado, con antecedentes penales a efectos de reincidencia, sobre las 11:00 del día 22 de diciembre de 2017 se dirigió a la vivienda unifamiliar propiedad de la víctima en Cartaya, con intención de robar.

Una vez en su interior, portando un cuchillo de unos 13 centímetros de hoja, agarró violentamente por la espalda a víctima mientras le tapaba la boca, el procesado le espetó "dame todo el dinero que tengas, no grites o te mato".

Ella se liberó tras un forcejeo, huyendo hacia el exterior de la vivienda donde fue interceptada por él, quien la tiró al suelo boca abajo, sentándose sobre su espalda y amenazándola con el cuchillo.

El acusado se mantuvo sobre ella amenazándola de muerte si no se callaba y le daba todo el dinero procediendo, para acto seguido e impulsado por un sobrevenido ánimo libidinoso, comenzar a moverse repetidamente sobre ella con intención de lúbrica mientras trataba de bajarle los pantalones del pijama y las bragas, suplicándole la perjudicada que no la violase.

Haciendo caso omiso a tales súplicas, el procesado se dirigió con ella al interior de la vivienda donde la mujer cogió un bate de béisbol de su habitación intentando defenderse sin éxito; tras ello le ordenó que dejara el bate, que se quitara el pantalón del pijama y se pusiera sobre la cama, lugar donde le arrancó las bragas y la penetró vaginalmente eyaculando en su interior.

La víctima, quien se encontraba desnuda de cintura para abajo, trató de huir de la vivienda hacia la cancela que cerraba la verja, siendo perseguida e interceptada por el acusado; bajo amenaza, ella permaneció allí un largo rato mientras él cogía de dentro de la vivienda el móvil de la víctima y la sábana de la cama sobre la que había perpetrado la violación.

Tras esto se marchó, refugiándose la mujer entonces en el interior del inmueble presa del pánico, cerrando y bloqueando todos los posibles accesos al domicilio y bajando las persianas. El acusado volvió instantes después para, desde fuera, amenazarla con matarla si contaba algo de lo sucedido.

La mujer permaneció aterrorizada en el interior de la casa hasta las 16:00 de ese día.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios