El príncipe Enrique está dispuesto a no pasar desapercibido a lo largo de este año y ha sido invitado finalmente a la coronación de su padre justo cuando Carlos III le ha ordenado desalojar su residencia en el recinto del castillo de Windsor, Frogmore Cottage, que pasará a ocupar su tío Andrés, el duque de York involucrado en abusos sexuales.

Los duques de Sussex ya mostraron sentirse "atónitos" con la represalia de Frogmore Cottage y ahora tienen la disyuntiva de estar o no en la ceremonia de mayo. Tendrán residencia en el Reino Unido al menos, ya que el 'desahucio' de sus objetos personales no tienen que culminarlo hasta el verano.

Meghan Markle y el príncipe Enrique en Santa Bárbara (California).

Enrique de Inglaterra vuelve a estar en el disparadero y ha concedido una entrevista a un escritor y terapeuta canadiense, Gabor Maté, que ha sido emitida por los canales Sky.

En dicha entrevista Harry ha hablado de su consumo de drogas, de cocaína y marihuana, que justifica por su situación personal (la cocaína no le ayudaba, pero la marihuana, sí, asegura). El hijo menor de Lady Di asevera que estaba en una misma situación que su madre, apartado de los suyos, extraño en el ambiente de palacio, menospreciado y minusvalorado. Ahí de nuevo aparece el conflicto con su hermano mayor, Guillermo, heredero directo de la Corona y con el que ha tenido una mala relación tras formar ambos sus respectivas familias.

Los duques de Sussex en una imagen de su docuserie

Enrique de Inglaterra se ha sincerado ante el terapeuta, en público, de su vulnerabilidad durante su niñez y juventud y los recelos hacia su padre y especialmente hacia la pareja de éste, Camilla Parker, convertida ahora en reina consorte, Camila.

El terapeuta observa que el príncipe sufre déficit de atención a raíz de sus vivencias y de lo que relata en su libro, En la sombra, un síndrome que es respuesta a la situación de estrés que ha tenido durante buena parte de su vida.

Ahora una nueva polémica agudiza el enfrentamiento en el seno de la familia real británica con el desalojo de los Sussex de Frogmore Cottage, mansión rural que fue un regala de cesión de Isabel II.