Melania Trump acaba de abandonar la Casa Blanca con un 47% de rechazo de los norteamericanos, según una encuesta reciente. No es que la nueva primera dama, Jill Biden, le vaya a ganar en elegancia o glamour, sobre todo por la percha, pero Melania ha reivindicado con su transformación radical de look, como ya ha hecho en otras ocasiones, que a ella el cambio le está sentando estupendamente. La esposa de Donald Trump, de hecho, marcó su salida el día de la toma de posesión de Joe Biden con dos atuendos diametralmente opuestos. Fue abandonar el acto institucional y subirse al avión y, a su llegada a Florida, era otra. Pasó del luto riguroso a la explosión de color.

Melania, en su despedida oficial de la Casa Blanca.

Con una sonrisa en su rostro, gafas negras que impedían que se viera su mirada, pelo recogido y un conjunto total black de luto riguroso. Así se despidió Melania de la Casa Blanca. Una historia que quedará para siempre grabada en la memoria de muchas personas, pero que tampoco olvidarán los protagonistas. Tras abandonar el que ha sido su hogar, Melania y su marido se subieron en el avión presidencial para viajar hasta Florida, donde tendrán su nueva residencia y donde han dejado con la boca abierta a todo el mundo. El cambio de estilismo de la que fuera primera dama fue tan rápido como radical.

A su llegada a Florida, la ex primera dama cambió el negro por una explosión de color en su vestimenta.

Para su aterrizaje en Florida cambió el traje de chaqueta negro por un caftán de seda con un estampado de figuras en tono naranja, azul y blanco roto. Todo ello con el mismo recogido que lucía en Washington, eso sí, sin ganas de atender a la prensa. La esposa del ex presidente pasó de largo a los periodistas y dejó a su marido atendiendo y saludando a los medios que estaban en las inmediaciones. Un desplante que está dando mucho que hablar. 

A Melania ya le da todo igual pic.twitter.com/VO1iIkmfLw

— Guillermo Rodríguez (@guirodi) January 20, 2021

Algunos aseguran que no se paró debido a un leve empujón de su marido para indicarle que siguiese avanzando, pero no faltan las voces que aseguran que Melania estaba deseando salir de esa situación. Su huida de la Casa Blanca ya es un hecho.