María Galiana relata cómo superó la muerte de su hijo cuando era un bebé

Entrevista

La actriz sevillana ha hecho balance de su dilatada trayectoria vital y profesional en el programa ‘Y ahora Sonsoles’

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María Galiana se ha sincerado en 'Y ahora Sonsoles' sobre uno de los episodios más tristes de su vida: la muerte de uno de sus hijos.
María Galiana se ha sincerado en 'Y ahora Sonsoles' sobre uno de los episodios más tristes de su vida: la muerte de uno de sus hijos. / ATRESMEDIA

María Galiana continúa al pie del cañón a sus 90 años. La veterana actriz, conocida por su entrañable papel de Herminia en la serie Cuéntame cómo pasó de TVE, ha desarrollado una larga carrera en la interpretación, pese a que la enseñanza ha sido su verdadera pasión. De hecho, María ha sabido compaginar su labor docente con su trabajo sobre los escenarios.

La actriz sevillana ha visitado el plató de Y ahora Sonsoles para hacer balance junto a Sonsoles Ónega de las cuestiones principales de su vida personal y profesional. Galiana ha recordado uno de los episodios más tristes de su vida: la muerte de uno de sus hijos cuando tan solo era un bebé.

“Tuve seis hijos muy seguidos. Perdí uno por muerte súbita del lactante. Fue mi marido, Rafael, quien lo encontró sin vida en la cama tras bañarlo y darle de comer. Cuando Rafael se despertó de la siesta, se dio cuenta de que nuestro hijo estaba muerto. Fue aquí, en Madrid, y está enterrado en La Almudena”, ha contado.

La presentadora del magacín de Antena 3 le ha preguntado si se puede superar la muerte de un hijo. La respuesta de Galiana ha sido rotunda. “Sí, se supera teniendo más hijos. Después de él nacieron cuatro más”, ha relatado.

La actriz ha lanzado una reflexión sobre los tiempos actuales y el modo de vida que llevaba cuando crió a su familia numerosa. “Hoy todo se ve de otra manera. Nunca nos planteamos comprar una casa y no pasaba nada. No teníamos coche y cuando lo tuvimos fue de tercera o cuarta mano. De vez en cuando hacíamos un viaje”, ha reconocido.

Galiana es una mujer con inquietudes y una gran vocación por la enseñanza. Cuando ejercía de profesora en un instituto aprovechaba su tiempo libre para actuar, otra de sus pasiones, ya que ella ha mantenido siempre una relación muy estrecha con el arte. “Intento aprovechar al máximo el tiempo, porque a mi edad asumes que vives la última década de tu vida. Lo que más jode de envejecer es perder la cabeza. Perder la curiosidad me parece una cosa horrible”, ha zanjado.

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