Los restos mortales de Mila Ximénez, fallecida el míercoles a consecuencia de un cáncer de pulmón a los 69 años, han sido incinerados este jueves en una ceremonia íntima, a petición de la familia, celebrada en el madrileño Cementerio de la Almudena. Su hija Alba y sus tres hermanos, Encarna, Concha y Manolo, se desplazaron desde el tanatorio de la M-30 donde fue velada la comunicadora hasta el camposanto donde se le dio su último adiós.
Su hija, Alba Santana, fruto del matrimonio de Mila con el tenista Manolo Santana, se ha dirigido a los periodistas tras el funeral para agradecer las múltiples muestras de apoyo y cariño que han recibido familiares y amigos desde el fatal desenlace de la tertuliana de Sálvame. Un poco más serena que el miércoles, Alba ha evocado la figura de su madre, a la que se encontraba muy unida pese a residir en Amsterdam los últimos años. "No habrá otra igual, para lo bueno y para lo malo", ha asegurado.
Con la voz quebrada y mucha emoción por el dolor de su duelo, sus declaraciones han conmovido a todos los presentes: "Hoy estoy con un poco más de fuerza que ayer para daros las gracias a todos por vuestra atención, por el respeto y por el cariño que le habéis tenido siempre", dice. También afirma que aunque a veces Mila Ximénez se enfadaba, la realidad es que sentía mucho aprecio por los medios: "Me quedo con todos los buenos recuerdos que ella me contaba de vosotros", asegura. Además, la hija de la tertuliana ha destacado la lluvia de mensajes de cariño en las redes por su muerte: "No me quita la pena que tengo, pero me siento acompañada por mucha gente que ni la conocía y que siente la pérdida también", asegura. Alba quiere recordarla con esa sonrisa y "como era ella", sostiene, porque tenía "una sonrisa que cautivaba a muchos", por lo que está tremendamente orgullosa de ser su hija: "Espero continuar haciéndola orgullosa el resto de mi vida allá donde esté", ha concluido.
Al tanatorio se acercaron para despedir a Mila numerosos compañeros de Sálvame, Ana Rosa Quintana, Joaquín Prat, Antonio Montero, Eugenia Martínez de Irujo y la familia Campos. María Teresa Campos, por ejemplo, fue fotografiada a su llegada muy afectada.
Este jueves también han ido a acompañar a la familia la chef Pepa Muñoz y Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset.
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