Holy Spider | Festival de cine de Sevilla

Irán: no es país para mujeres

Zar Amir-Ebrahimi, ganadora en Cannes por su papel en el filme.

Zar Amir-Ebrahimi, ganadora en Cannes por su papel en el filme.

El iraní afincado en Suecia Ali Abassi, director de la exitosa y también sobrevalorada Border, sabe que hoy por hoy no puede rodar y mostrar esta película en su país natal, todo un alegato en forma de thriller contra la sociedad teocrática y patriarcal que rige el destino de Irán desde hace décadas. Tal vez por eso, y porque se trata de un filme de género para el público occidental, como lo demuestran las muchas nominaciones EFA de ayer, no se anda con demasiadas sutilezas a la hora de trazar una clásica trama policiaca, aquí además conducida por una mujer periodista (Amir-Ebrahimi, premiada en Cannes), a la caza y captura del asesino-limpiador de prostitutas que campa a sus anchas por la ciudad nocturna de Mashhad.

Basada en un caso real sucedido en 2001, Holy Spider alterna los movimientos de la perseguidora y el asesino-limpiador guiada por la crudeza criminal y un ortodoxo sentido del suspense resuelto de manera abrupta. El problema es que, cuando en su tercio final pasa a convertirse en abierto filme-denuncia sobre la corrupción institucional, todo se ha visto y sabido ya por machacona insistencia, esquematismo y subrayado. También ese cierre que apunta al futuro (presente) que tanto ha impactado a algunos colegas y espectadores.