Festival de Cine Iberoamericano de Huelva

Sergi López: "La unión con el cine latinoamericano es un tesoro esencial para enriquecernos"

  • El actor presenta en el Festival de Cine Iberoamericano 'La Inocencia', ópera prima de Lucía Alemany

El reconocido actor Sergi López aterriza en Huelva para presentar la película La inocencia, ópera prima de la directora Lucía Alemany. El artista catalán interpreta al padre de Lis, una adolescente que sueña con convertirse en actriz en un circo, pero que tendrá que lidiar con sus familiar para cumplir su deseo de abandonar el pequeño pueblo en el que vive. 

¿Qué punto fuerte destaca en el largometraje que presentas?

- Me quedo con la honesta historia que Lucía plasma en su obra. Toca un tema muy universal que es la adolescencia, pues todos hemos sido padres o, directamente todos somos hijos y somos conocedores de esa relación familiar con alguien que quiere alejarse de la rutina para cumplir un sueño. Además, tiene un carácter documental, en tanto que el rodaje se produce durante las fiestas de Traiguera, el pueblo de la directora, por lo que nosotros nos camuflamos en este evento.

¿Podemos afirmar que le importa un guión más que un nombre o un proyecto ambicioso?

- No puedo evitarlo. Al final me importa la historia, soy de los que se fían mucho de la primera impresión al leer el guión. Como actor considero que es fundamental agarrarse a la historia, más allá de que sea un proyecto más o menos comercial o con una determinada estructura.

Al final su criterio para elegir proyectos ha sido positivo si miramos su trayectoria.

- Cuando miro lo que he hecho no sé que cara poner. Cuando tenía 24 años empecé a estudiar teatro, pero ni por asomo pensaba hacer cine. Le estoy muy agradecido a este arte porque me ha permitido desenvolverme en estilos románticos, cómicos o dramáticos. De hecho, me ha aportado tantas cosas que ha superado todas mis expectativas. 

¿Se decantaría por un estilo o algún personaje de los que ha interpretado?

- No me atrevo porque nosotros dependemos mucho del director. Por ejemplo, Guillermo del Toro es un genio y mezcla en El Laberinto del Fauno historia y fantasía; o Woody Allen con un estilo propio muy romántico; o incluso, Lucía Alemany con ese aire renovador y honesto, pero, al fin y al cabo, ellos y sus equipos nos ayudan a hacer lo que hacemos. Mi sensación es que no lo hacemos solos, ni mucho menos.

Suena bien eso de rodar con Woody Allen, ¿no?

- Fue una experiencia muy enriquecedora. Cuando el productor me llamó no daba crédito por la trayectoria que tenía Woody. He de reconocer que el rodaje me lo esperaba un poco tenso por la forma de ser que transmite él en la esfera pública. Sin embargo, es una persona muy cercana, me sentí muy bien.

Otra de las últimas películas rodadas es El viaje de Marta, con cierta similitud con La inocencia.

- Neus Ballús, que es la directora, cuenta una historia de adolescencia también, pero en Senegal y, al igual que Lucía, nos camufla en el ambiente, añadiendo ese toque documental. Además, el rodaje fue muy enriquecedor porque participamos miembros de muchos países, por lo que la convivencia entre culturas fue muy positiva.

Precisamente, esos lazos entre culturas son reforzados por Festivales como el Iberoamericano de Huelva, ¿en qué medida es esto importante?

Es un valor que, a veces, no le damos la importancia necesaria. Esta unión es un tesoro y pienso que es esencial que nos enteremos de lo que hacen en los países vecinos. De hecho, las películas de Latinoamérica no son tan consumidas como nos gustaría y es algo surrealista, pues tenemos al alcance obras muy positivas en versión original. 

Y además compartes experiencias.

Efectivamente. A mí me remueve acudir a estos certámenes y escuchar la opinión de un cineasta de otro continente porque me parece un punto de vista que me enriquece como persona y como profesional.

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