El Festival de Cine Iberoamericano clausura una edición con un número redondo que “la ha hecho aún más especial, si cabe”, sostenía el director del certamen cinematográfico Manuel H. Martín.

Pese a que los datos oficiales de asistencia aún no han trascendido, con las estimaciones sobre el papel, Martín destacó la “positiva respuesta” recibida por el público. A los onubenses les gusta el cine y el enorme número de butacas ocupadas en las diferentes proyecciones repartidas entre las salas lo evidencian.

A nivel general, se ha producido un incremento de la asistencia con respecto al año pasado, si bien es cierto que el crecimiento ha “sido moderado y no desmesurado, pero bastante notable”, tal y como advirtió el director. Precisamente, es la línea que desde la organización se desea seguir, puesto que es “muy positivo” que, conforme se suceden las ediciones, “crezca el interés por el cine iberoamericano en Huelva”.

Esta calificación de la respuesta de los onubenses queda respaldada en “los varios llenos logrados” con la ocupación de 600 o 700 butacas en cada uno. En este sentido, la expectación se ha evidenciado en todo tipo de géneros, aunque “incluso más en alguna que otra comedia”, reflejó Manuel H. Martín.

En lo que a las funciones destinadas a los escolares se refiere, en la 45 edición se estima que la participación ha sido de 21.000 niños, un 10% más que en el año anterior, que registró un total de 19.000 jóvenes en las secciones Infantil-Juvenil.

Con motivo de ser una edición con carácter especial, se incrementó el desarrollo de actividades paralelas en las calles de la ciudad. Pese a que la climatología se ha presentando como un obstáculo visible, el director del certamen considera que “la participación ha sido alta” y, por consiguiente, “ es una línea en la que es importante seguir”. En base a ello, se espera que el cine tenga en cada edición un protagonismo mayor en las calles. Asimismo, Manuel H. Martín destacó “el gran trabajo realizado por las instituciones”, las cuáles han aunado esfuerzos para sacar adelante actividades alternativas dirigidas a todos los onubenses.

Las galas también tuvieron una crítica bastante positiva por parte de los asistentes, en tanto que el director aseguraba “haber recibido mensajes de felicitación” por cómo se gestionaron los tiempos y los momentos sobre los que se vertebraron las galas. “El buen comienzo que tuvimos con una ceremonia alegre y entretenida nos alentó para afrontar un festival con mucha ilusión”, explicó Manuel H. Martín.

La clausura se traduce en un descanso para los organizadores, pero la felicidad que transmitía el director augura una 46 edición con muchas sorpresas.