El Festival de Cine Iberoamericano, en el marco del ciclo Cine y Valores, acerca a los estudiantes onubenses a la creación audiovisual con objeto de evidenciar que, tras un esfuerzo titánico, los cineastas españoles sacan sus proyectos adelante.

A través de un coloquio moderado por la directora del Festival de Cine Español de Amsterdam, Virginia Pablos, los jóvenes onubenses han podido recibir consejos, así como interiorizar experiencias de la mano de tres figuras importantes del género audiovisual en España. Entre ellas, figuraba Ana Graciani, la escritora dramática y audiovisual que ha saltado a la dirección con su primer largometraje, La Boda. Precisamente, esta cinta se enmarca en la Sección Talento Andaluz del Festival de Cine Iberoamericano. 

Graciani comenzaba su discurso enalteciendo la labor de la SGAE, de la que fue presidenta tiempo atrás, si bien es cierto que asegura "estar aún muy vinculada". Para ello, el respeto de los derechos de los trabajadores culturales se antoja "fundamental", pero también lo es "la labor social de formación y educación que tiene la entidad", la cual destina parte de sus ingresos a dicho cometido. Para la cineasta, la escritura debe germinar en "la barriga", de forma que los sentimientos se plasmen en ella, "independientemente de la productora que quiera contratar el servicio".

En relación a la pasión que debe ser inherente al cineasta, el director de cortometrajes, Bernabé Bulnes, ha asegurado que "este trabajo es imposible para el que no tenga vocación y paciencia". De hecho, reiteraba que "este oficio es para los que no tienen otra ocupación, pues es la principal ambición de los que llegan con sus producciones al mercado". 

Para ser consciente de ello Bulnes emprendió un viaje a París tras terminar sus estudios. Su primer empleo en prácticas en una distribuidora le valió para "abrir la mente y ampliar horizontes". En este sentido, la salida al extranjero en busca de una experiencia internacional le hizo conocer el cine "de un modo más profesional". Sin embargo, cuando se dirigía a los estudiantes, el artista aseguraba que "no era necesario salir para crear, sino que bastaba con tener una mente abierta", aunque en su caso la desarrolló la estancia en otro país. 

Completaba la nómina de invitados Paco Baños, asistente de dirección en La isla mínima y director de dos capítulos de la serie La Peste, entre muchos otros trabajos. Pese a su amplia trayectoria, Baños considera que se halla inmerso en "un proceso de aprendizaje constante". Sus inicios no fueron sencillos, pero decidido a contar historias, creó una cooperativa con cinco compañeros, pues "hay que tener presente que el cine es una actividad colectiva, no de uno solo". Además, advertía del lento proceso de producción de un largometraje, en el que se encuentra el guión, la financiación o la filmación.

Esta iniciativa ha sido inaugurada por los representantes de las diferentes entidades patrocinadoras, entre los que se encontraban el director de zona de Huelva de Fundación Cajasur, Nicolás Carvalho; el director de la sede Santa María de La Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), Agustín Galán, y el gerente de Aiqbe, Rafael E. Romero. 

Antes de que comenzase el coloquio, Galán tomaba la palabra para mostrar los cuatro pilares sobre los que se asienta la escuela del cine, entre los que se ubican la pasión, la misión, la disciplina y la conciencia social. Esta visión también era compartida por Carvalho, que evidenciaba el compromiso de Cajasur con el Festival, actividad que canaliza parte de ese 50% de los beneficios de la entidad, los cuales se dedican a funciones sociales. Por su parte, Romero hacía gala de un certamen que suma 45 años con el que Aiqbe reafirma su compromiso con la cultura onubense.