España

Torra, inhabilitado, elecciones catalanas en cuatro meses

  • El desafío independentista provoca la la segunda destitución consecutiva de un presidente de la Generalitat

  • Pere Aragonés será el nuevo presidente en funciones, hasta los comicios autonómicos 

Torra, en una imagen de este lunes en un acto oficial.

Torra, en una imagen de este lunes en un acto oficial. / Enric Foncubierta/EFE

La Casa de los Canónigos, la dependencia privada del presidente de la Geneneralitat de Cataluña, se vuelve a quedar sin inquilino. Los jueces del Tribunal Supremo han decido, por unanimidad, refrendar la sentencia anterior de inhabilitación de Quim Torra. El desafío independentista ha dejado ya dos presidentes catalanes destituidos de modo consecutivo, lo que da cuenta de la incapacidad de partidos soberanistas para encontrar vías de acuerdo con los gobiernos españoles. El anterior, Carles Puigdemont, huido de la Justicia española en Bélgica, fue destituido por la aplicación del artículo 155 de la Constitución después de la declaración de independencia de Cataluña.

A partir de ahora, habrá algunos disturbios en Cataluña, protestas del Gobierno catalán y de los dos partidos que lo forman, ERC y JxCat, pero ambos ya habían acordado qué hacer si la inhabilitación se hacía efectiva. Una vez que el Supremo ha comunicado a Quim Torra su inhabilitación como presidente , ésta se hace efectiva y le sustituirá, de modo interino y en funciones, el vicepresidente Pere Aragonés, de ERC

Aragonés no hará ni el discurso de Navidad ni se someterá a las sesiones habituales de control. No será elegido por el Parlamento catalán, sino que seguirá en funciones hasta que transcurra el plazo legal para elegir a un nuevo presidente, que es de 54 días. Cuando se cumpla, las elecciones autonómicas quedarán fijadas de modo automático, con lo que se celebrarían entre finales de enero y los dos primeros domingos de febrero.

El presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, debe abrir, no obstante, el proceso de posible elección del dirigente de la Generalitat. Ni ERC ni JxCat presentarán candidatura, aunque es posible que sí lo haga Ciudadanos, aunque no contará con apoyos.

Quim Torra realizó una declaración institucional en el Palau después de recibir en mano el fallo, y lo hizo junto con todos los miembros de su Gobierno. Anunció que se marchaba e insistió en que él seguirá trabajando por la independencia de Cataluña. "Llevaré nuestra causa a Europa", indicó Torra, que ya había adelantado en la reciente vista en el Supremo que acudiría a los tribunales de la Unión.  

Todos daban por hecho que el Supremo haría público el fallo o este lunes o el viernes pasado, cuando el Rey debía ir a la Escuela Judicial para entregar los despachos a los nuevos jueces. Por eso, por la posibilidad de disturbios, pero también por mantener las relaciones con ERC para a aprobar los Presupuestos General del Estado de 2021, el Gobierno central intentó que el presidente del Supremo, Carlos Lesmes, retrasase el acto. Como no quiso, el Gobierno impidió que el Rey estuviera en Barcelona, lo que ha provocado un desencuentro inédito y público entre Moncloa y Zarzuela, ya que Carlos Lesmes reveló que Felipe VI le había telefoneado para explicarle que le hubiera gustado ir.

La inhabilitación de Torra por el Supremo estaba cantada, porque el presidente de la Generalitat no negó los hechos que prueban la desobediencia por la que es apartado. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña lo inhabilitó el 18 de noviembre. La razón es que Torra se había negado a obedecer una orden de la Junta Electoral Central (JEC) para retirar las pancartas a favor de los presos independentistas del Palau, sede de la Presidencia regional, durante una campaña electoral. En el juicio, celebrado en Barcelona, Torra asumió la desobediencia. Ante el Supremo, su abogado defendió que la JEC no tenía potestad jurisdiccional sobre él.

Finalmente, todos los jueces de la sala han refrendado la sentencia anterior.

Vicaría de Waterloo

Quim Torra llegó a la presidencia el 17 de mayo de 2018, mediante el dedazo de Carles Puigdemont. A las elecciones de diciembre del año anterior, iba en el undécimo puesto de la lista por Barcelona de JxCat y fue el ex presidente, huido en Waterloo, quien decidió que diese ese paso y presentase la candidatura en el Parlamento. Ha gobernado junto a ERC, pero, sobre todo, ha sido el hombre del fugado en Cataluña. Torra es un abogado independentista que había probado suerte como editor después de marcharse de la empresa Winterthur, de la que fue ejecutivo y residió por ello en Suiza.

Ya hace meses que dio por concluida su legislatura, pero prefirió a que la sentencia del Supremo se conociese. Entre otras razones, por las difíciles relaciones que ha mantenido con ERC. Los republicanos independentistas hubiesen preferido que convocase antes los comicios o que el Parlamento eligiese a un presidente de su partido, pero Puigdemont se negó a ello porque necesita tiempo para armar su nuevo partido, se llame JxCat u de otro modo.

El problema con el nombre es que el PDECat, heredero de la antigua Convergencia, también pelea por la nominación en los tribunales. Hace unas semanas,  Torra destituyó a la única consejera que se había quedado en el PDECat cuando se produjo la ruptura con Puigdemont.

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