Apoyo del PNV a la Moción de censura

Sánchez acaba con Rajoy con un programa de incertidumbres

  • La elección del nuevo presidente se publicará en el BOE este sábado y tomará posesión el lunes

Pedro Sánchez en un escaño de la bancada socialista.

Pedro Sánchez en un escaño de la bancada socialista. / EFE

Pedro Sánchez tumbó a Mariano Rajoy, el secretario general del PSOE ha reescrito su propia historia: venció a la dirección de su partido, después de que el comité federal del PSOE lo defenestrase como secretario general, y ahora ha derrotado al presidente del Gobierno al que no quiso investir hace ahora dos años. En apenas siete días ha acabado con todos los planes del PP y de Ciudadanos, registró una moción de censura el viernes pasado y este vernes le apoyarán Unidos Podemos, los dos partidos separatistas catalanes, el PNV y hasta Coalición Canaria, cuyo única diputada cambió el sentido del voto tras escuchar a Sánchez. Rebasará los 176 votos necesarios para que se produzca el primer relevo de presidentes por esta vía desde la restauración de la democracia.

Si alguien ha comparado, de modo acertado, a las alianzas del socialista con Frankenstein, un engendro fabricado a base de retales, tampoco se ha equivocado quien tildó a Rajoy y a los populares, en este juego de monstruos, con unos zombies desnortado. El presidente del Gobierno pudo haber evitado el desenlace final con una dimisión, pero se negó a dejar el cargo de ese modo. Pedro Sánchez se lo pidió hasta en tres ocasiones y lo mismo hizo el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, aunque su cese tampoco hubiese supuesto la elección de otro presidente del PP, caso de Soraya Sáenz de Santamaría, porque los populares carecen de los apoyos en el Congreso. En caso de dimisión, el Rey tendría que haber abierto un turno de consultas para proponer a un candidato al Congreso; no se trataba, por tanto, de una dimisión seguida de una designación.

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, comunicará este viernes al Rey el resultado de la elección, y la publicación en el BOE se realizará de modo inmediato. Sánchez prometerá el cargo en los próximos días y tendrá sus ministros horas después.

Los aliados con los que Pedro Sánchez llega a la Presidencia del Gobierno abren graves incertidumbres. ERC y el PdeCAT, dos partidos independentistas y sostenedores de los gobiernos de Puigdemont y de Quim Torra, se han negado a reconducir la rebelión catalana por una vía posibilista mediante un diálogo con el Gobierno español. No son autonomistas, están en rebeldía. Sánchez anunció que ahora se reunirá con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, para dialogar, así como con el lehendakari Íñigo Urkullu, que recientemente también ha abierto en el País Vasco una posible reforma del Estatuto para declararse nación. Es más, Sánchez insistió desde la tribuna del Congreso que España es una nación en la que hay otros territorios que se consideran como tal, aunque subrayó que esas otras naciones sólo tenían una soberanía compartida con la totalidad.

El currículum ideológico de Pedro Sánchez sobre el concepto territorial de España es, cuanto menos, ambiguo, sino contradictorio, aunque el secretario general del PSOE ha apoyado sin matices al Gobierno en la aplicación del artículo 155 en Cataluña. En la misma sesión repitió que su nuevo Ejecutivo "cumplirá y hará cumplir la Constitución".

El PNV anuncia el apoyo a la moción de censura

El otro aliado nacionalista de Sánchez ha sido el PNV, el elemento clave del triunfo de esta moción. La dirección peneuvista decidió por la mañana el voto afirmativo, después de que tuviera confirmación de que Sánchez respetará el proyecto de Presupuestos de Rajoy, que se encuentra en el trámite del Senado, y de que las elecciones generales se adelantarán, pero no de modo inmediato. Al PNV le interesa retrasarla porque no quiere que se materialice la ventaja demoscópica de Ciudadanos, el único partido que cuestiona el Concierto fiscal vasco. Sánchez iba a conceder a Albert Rivera una pronta convocatoria, pero el apoyo nacionalista le ha liberado de ello. Sus planes pasan por hacer coincidir las generales con las europeas, municipales y autonómicas de finales de mayo de 2019. Si fuese así, el Gobierno del tercer presidente socialista de la democracia duraría, al menos, un año.

Pedro Sánchez puede prometer el cargo el próximo lunes y horas después, su Gobierno

El interés del PNV por el Presupuesto que deja Rajoy se centra en las cuantiosas inversiones en infraestructuras en el País Vasco y en la subida del 1,5% para los pensionistas. Sánchez y los senadores socialistas asumirán las mismas cuentas que habían tachado de nefastas hasta hace una semana. Los senadores populares tampoco se negarán a la aprobación, con lo que el Presupuesto de 2018 estará finalizado a mediados de junio.

Sánchez gobernará con un partido en minoría -es el segundo de la Cámara- y con sólo 85 diputados, dependerá de los nacionalistas y de Podemos para aprobar el escaso programa que pueda llevar a cabo. Parece que sí tendrá apoyos suficientes para derogar algunos de los artículos más polémicos de la llamada ley Mordaza y para renovar el consejo de administración de la RTVE. Las dudas más graves se centran en los posibles acuerdos que haya llegado con el PdeCAT y con ERC. La secretaria general del PdeCAT, Marta Pascal, estuvo reunida con el número dos de los socialistas, José Luis Ábalos, durante hora y media el jueves pasado. Pero también es posible que el cambio en la Presidencia dé mayor fuerza a los diputados ex convergentes y republicanos que deseaban abrir una vía de diálogo, pero que perdieron la mayoría con la victoria relativa de la lista de Carles Puigdemont.

Juan Manuel Marqués, subdirector del Grupo Joly, comenta las claves de la moción de censura a Rajoy

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