Mensaje de Navidad de Felipe VI

Felipe VI insta a impedir que renazcan en España el rencor y el resentimiento

  • El Rey no ha mencionado expresamente a Cataluña y se ha dirigido sobre todo a las generaciones más jóvenes 

Mensaje de Navidad del Rey

El Rey ha llamado esta Nochebuena a garantizar una convivencia basada en el respeto a la Constitución, que cuide los "profundos vínculos" entre españoles, y a impedir que renazcan "el rencor y el resentimiento", actitudes que forman parte de la "peor Historia" de España.

En un mensaje de Navidad en el que no ha mencionado expresamente a Cataluña, Felipe VI se ha dirigido sobre todo a las generaciones más jóvenes y ha centrado sus palabras en la necesidad de asegurar "una convivencia en la que la superación de los grandes problemas y las injusticias nunca puede nacer de la división, ni mucho menos del enfrentamiento, sino del acuerdo y la unión ante los desafíos y dificultades".

Desde el primer momento, el monarca ha querido dejar claro que le siguen preocupando "muy seriamente" la cohesión social y territorial, la economía y el paro, la educación, la corrupción, el terrorismo y la violencia contra las mujeres, "una violencia de tan triste actualidad y que merece siempre nuestra repulsa y condena más enérgica y el empeño de toda la sociedad para erradicarla de nuestra vida".

En cuanto al drama del desempleo y la precariedad, ha instado a ayudar a los jóvenes a que puedan construir su proyecto de vida "personal y profesional" con "un trabajo y un salario dignos", así como a que dispongan de "un lugar adecuado donde vivir" y, si así lo desean, "a formar una familia y poder conciliar con la vida laboral".

Las circunstancias de hoy en día "no son, ni mucho menos, las más fáciles" para los jóvenes, que afrontan "problemas serios", y a quienes don Felipe les ofrece, por un lado, el ejemplo de los valores de la Transición y, por otro, les reconoce que la sociedad española tiene "una deuda pendiente con ellos".

"Nuestra responsabilidad, la de toda nuestra sociedad, es que vuestra capacidad, motivación, ilusión y esfuerzo venzan a las dificultades", ha recalcado, antes de añadir.

"Tenemos la obligación -contando con vosotros, con vuestra energía- de seguir construyendo día a día un país mejor", una España "más cohesionada socialmente".

Según argumenta Felipe VI, la convivencia -"que siempre es frágil"- es "la obra más valiosa" de la democracia española, "el mejor legado" que se puede confiar a las generaciones más jóvenes, y, por tanto, "debemos evitar que se deteriore o se erosione, debemos defenderla, cuidarla, protegerla".

Una convivencia que se basa en la consideración a "las ideas y los derechos de los demás", que requiere "que cuidemos y reforcemos los profundos vínculos que nos unen y siempre nos deben unir a todos los españoles", que "es incompatible con el rencor y el resentimiento" y que exige el respeto a una Constitución que "ampara, protege y tutela nuestros derechos y libertades".

"Ahora debemos valorar con orgullo lo que somos, lo que hemos hecho y confiar en lo que podemos hacer entre todos, alejando el desencanto o el pesimismo", ha reflexionado el Rey, para concluir: "Debemos ser conscientes de la nueva realidad que nos impone el siglo XXI y ser capaces de alcanzar consensos cívicos y sociales que aseguren el gran proyecto de modernización de España".

Don Felipe, convencido de que todos pueden hacer mucho por el bien común "apoyando a quien cumple con su obligación", ha rendido homenaje a la Carta Magna en su 40 aniversario y ha recordado que quienes vivieron la Transición saben bien que si algo definió a aquellos años fue "el valor de trabajar juntos y unidos" por el futuro del país y la voluntad de entenderse y "llegar a acuerdos".

Pese a "estar muy distanciados por sus ideas y sentimientos", a todos les unía el objetivo de "la democracia y la libertad en España", así como el de "definir unas reglas comunes que garantizaran nuestra convivencia", ha señalado el monarca, quien ha instado a que "esos principios no se pierdan ni se olviden, para que las reglas que son de todos sean respetadas por todos".

El Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela ha vuelto a ser el escenario de este mensaje, que ha durado 10 minutos y 50 segundos -algo menos que el año pasado-, con 1.275 palabras, y para el que el Rey se ha dirigido a los ciudadanos acompañado por las banderas de España y la UE y por una simbólica foto de la heredera de la Corona en su lectura del artículo 1 de la Carta Magna.

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