Elecciones en Madrid

Un CIS elaborado antes del 4-M culpa de la crispación a Iglesias y Monasterio

  • El sondeo, elaborado entre el 27 de abril y el 3 de mayo, fue denunciado por el PP

  • Un 94 por ciento de los encuestados aseguraba que había "mucha" o "bastante" crispación y tensión política durante la campaña

  • El CIS detectó el alza de Más Madrid pero no el empujón del PP

Monasterio, acompañada por Abascal.

Monasterio, acompañada por Abascal. / EFE

Una "encuesta metodológica" del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) elaborada antes de las elecciones a la Asamblea de Madrid del pasado martes, culpa de la crispación de la campaña electoral en primer lugar al candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y, en segundo lugar a la de Vox, Rocío Monasterio.

El sondeo, elaborado entre el 27 de abril y el 3 de mayo, y que fue denunciado por el PP ante la Junta Electoral al no ser informado de su contenido como estipula la normativa, no hace proyección de la estimación de voto ni del reparto de escaños, pero sí pregunta a los ciudadanos por el desarrollo de la campaña.

Un 94 por ciento de los encuestados aseguraba que había "mucha" o "bastante" crispación y tensión política durante la campaña y un 41,4 por ciento responsabilizaba de esta situación a Vox, en tanto que un 36,5 la atribuía a Unidas Podemos. El PP era el culpable para un 6,4 por ciento y solo un 1,5 culpaba al PSOE, en tanto que un 8,6 señalaba a todos los partidos por igual.

Cuando se les pregunta por los candidatos y la crispación, los ciudadanos culpan en primer lugar a Iglesias, citado por un 39,8 por ciento, seguido de Monasterio, con un 31,9 por ciento, mientras que Isabel Díaz Ayuso, del PP, es mencionada por un 11,7 por ciento de los madrileños. Edmundo Bal, de Ciudadanos, y Mónica García, de Más Madrid, apenas son citados por un 0,2 por ciento de los encuestados como principal culpable de la crispación durante la campaña.

El CIS detectó el alza de Más Madrid, pero no el empujón del PP ni el descalabro del PSOE

La encuesta apuntaba una importante subida en la intención directa de voto a Más Madrid, pero no auguraba la fuerte subida del PP ni la histórica caída del PSOE.

El voto directo consignado en el muestreo, con opiniones recabadas entre el 27 de abril y el 3 de mayo, daba a los populares el 27,3 por ciento de los votos, solo tres décimas más respecto a su anterior estudio, que además calculaba un voto estimado del 36,7 por ciento y entre 54 y 56 escaños. Sin embargo, el PP obtuvo una victoria aplastante de 65 diputados en la Asamblea de Madrid.

En cuanto al PSOE, sí apreciaba un menor respaldo, pero solo de cuatro décimas, al bajar a un 13,7 por ciento de los sufragios.

Con el 14,1 de la encuesta flash difundida el 22 de abril, el CIS auguraba que se llevaría en realidad el 23,4 por ciento de los votos y de 34 a 36 escaños, pero en realidad los socialistas se quedaron en 24, los mismos de Más Madrid, que además le superó en votos obtenidos.

En esta formación sí detectaba la encuesta inmediatamente anterior a las elecciones una fuerte tendencia de subida: si en la del 22 de abril Más Madrid tenía un voto directo del 10,2 por ciento, este porcentaje ascendía 2,6 puntos justo antes de los comicios hasta alcanzar el 12,8 por ciento de los sufragios. De hecho, el muestreo flash del CIS acertaba en su pronóstico de escaños para Más Madrid, al apuntar que podría alcanzar hasta 24 escaños.

Para Unidas Podemos, los datos difundidos este jueves revelan un voto directo en vísperas de las elecciones del 7,8 por ciento, cuando en los comicios fue del 7,2 por ciento y 10 escaños, uno menos que la parte baja de la horquilla vaticinada por el CIS. En este caso también apreció la segunda encuesta del centro demoscópico público un refuerzo en el respaldo a la candidatura de Pablo Iglesias, que se incrementó del 6,6 por ciento a un 7,8 por ciento, seis décimas por encima del resultado real.

En cuanto a Vox, el CIS había registrado en abril un voto directo del 5,3 por ciento y entre 11 y 13 escaños; la última encuesta bajaba este porcentaje a 4,6, pero las elecciones lo subieron a un 9,1 por ciento y 13 escaños, el límite alto de la horquilla.

Y para Ciudadanos, que se ha quedado fuera de la Asamblea al no alcanzar el mínimo del 5 por ciento de los votos, pasaba de un voto directo del 1,2 por ciento al 2,4; al final logró un insuficiente 3,5 por ciento.

La evaluación de los candidatos que se presentaron a los comicios tampoco daba pistas de grandes cambios. El socialista Ángel Gabilondo, con 5,5 puntos de media, continuaba a la cabeza como el más valorado pese a perder una décima respecto a la anterior encuesta, al igual que la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, cuya nota se quedaba en un 5 raspado. La dirigente de Más Madrid Mónica García subía una décima su nota hasta el 5,5, acercándose a la puntuación de Gabilondo.

El estudio dado ahora a conocer revela que quedaban muchos indecisos justo antes de los comicios. El 60,7 por ciento sabía su voto antes de la campaña, el 22,2 afirmaba que lo decidía durante la campaña, el 8,8 por ciento, en la semana previa a la jornada electoral y el 6,1 por ciento, el día de las elecciones.

Denuncia del PP

El pasado 27 de abril, el PP denunció ante la Junta Electoral de Madrid que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) estaba realizando esta encuesta sobre los comicios sin que lo hubiera comunicado a los partidos como es preceptivo. En su escrito, el PP recordaba que no se pueden publicar encuestas desde cinco días antes de las elecciones, por lo que el sondeo, de difundirse, estaría violando la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).

Fuentes del CIS indicaron entonces que la encuesta no se iba a hacer pública en ningún caso antes de las elecciones -lo impide la ley- y que se trataba de un estudio de uso interno para conocer mejor el comportamiento de los votantes y, sobre todo, de los indecisos, de cara a futuros sondeos electorales. Las fuentes del CIS negaron además que estuviera compartiendo la información con el Gobierno.

Por contra, el PP alegó que se trataba de una encuesta de "claro tinte electoral" que debía ser puesta en conocimiento de todas las formaciones concurrentes a las elecciones, "más aún cuando existe el claro riesgo" de que fueran puestas en conocimiento del PSOE, el partido del presidente del CIS, José Félix Tezanos.

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