Entrevista a Carles Porta

"Cada crimen es un acto individual pero evitarlo es una tarea colectiva"

El periodista Carles Porta

El periodista Carles Porta

Carles Porta (Vilasana, Lérida, 1963) pasó del periódico provincial Segre a la cadena autonómica TV3 donde se forjó como reportero y corresponsal de guerra. Su docuserie Crims dio paso a otros proyectos de true crime para diseccionar sucesos en su contexto histórico, tanto en formato de programas de televisión como de radio. Entre sus series, Muerte en León o El caso de la guardia urbana. En la plataforma de podcast Audible ha sumado la tercera temporada de retrato de la España reciente a través de casos enjuiciados que están en la memoria colectiva. El respeto en especial a las víctimas y a sus familias, y en general a los implicados, es el eje de su trabajo.
-De forma coloquial decimos "te voy a matar", pero sólo de forma muy excepcional ocurre. Debería de ser así al menos.
-Probablemente por eso se dice "te voy a matar". Las cosas que no son frecuentes acaban convirtiéndose en chascarrillo, en broma, porque no sucede habitualmente.
-¿Pero cualquier podría matar, según las circunstancias?
-Yo sólo soy narrador de los suceso, analista. No soy experto sobre la mente de los asesinos ni me atrevo a teorizar. Desde mi humilde perspectiva todo el mundo sería capaz de matar en determinadas circunstancias. En esencia todos tenemos un resorte, de instinto protección por el que seríamos capaces de todo.
-¿Cuál sería el denominador común de los crímenes?
-El denominador común es el fracaso colectivo: cada crimen es un fracaso del entorno, de familia, de los amigos, de la escuela,, de los servicios sociales. Un crimen tiene un autor, un responsable individual, pero prevenirlos o evitarlos es una tarea colectiva.
-El ventajismo sucede después, todo el mundo es capaz de condenar a los demás.
-Y por eso en mi equipo no especulamos, ni adjetivamos, ni calificamos. Para explicar los hechos necesitamos mucha información directa, permite acercarte a la realidad. Quedan fuera las especulaciones y los juicios paralelos como ocurre con estos sucesos en el tratamiento diario de la información.  La justicia por eso va más lenta, para que las cosas se enfríe. Los hechos no se pueden juzgar con la calentura del momento.
-¿Con las redes, más que nunca, se establecen juicios paralelos?
-El poder de manipular, de dirigir, lo tiene ahora cualquiera. Las cosas buenas cuestan multiplicar y las cosas malas, como los bulos, se multiplican solas.
-En su serie de podcast ¿Por qué matamos? en Audible desarrolla la investigación de algunos de los crímenes recientes ¿cuál entrega recomendaría más?
-Todos son hijos míos.  Narrativamente me quedo con El crimen de los tres novilleros. Me parece muy cinematográficos. Tres chavales de 20 años toreando a la luz de la luna acribillados a balazos. Un caso más complicado de lo que parece.
  
-¿Con cuántas personas cuenta para una investigación detallada?
-Somos 21 personas  las que desarrollamos estos proyectos de True Crime Factory. Neus Salas dirige el equipo donde tenemos abogados, asesores y la inestimable ayuda de los cuerpos de seguridad: la Guardia Civil, la Policía Nacional, la UCO, la Ertzaintza, los Mossoss. Para hacer un capítulo necesitamos tres o cuatro meses.
-¿Y cómo desarrolló el trabajo de la miniserie El crimen de la guardia urbana de Barcelona, en Movistar Plus +?
-Ahí trabajamos durante tres años. Buscamos el punto de vista más narrativo posible. Lo que queremos es que sean proyectos que permanezcan, no la inmediatez o el sensacionalismo. Son programas para que los veas o escuches al cabo de dos o tres años y que te sigan sugiriendo. Queremos que el público acompañe al narrador y apele a las emociones primarias: que tengan miedo, que se enfaden y que se alegren cuando se desenmascare al malo.
-¿Y se nos han escapado los malos?
-No debería escaparse ninguno. En España hay un índice de criminalidad muy bajo: 400 al año, un índice en línea con el resto de Europa Occidental. Siendo nosotros muy del sur es una cifra baja Y dentro de esa baja criminalidad los cuerpos policiales que investigan muy bien. Eso nos debe dar mucha tranquilidad.
-Pero nos acordamos del caso Alcàsser...
-La perfección no existe. Siempre hay un malo que se ha podido escapar. Un caso sin resolver mancha mucho, como la sangre. Nos fijamos en los pocos casos que no se han resuelto pero no vemos que el 95% de los casos se resolvieron.
-¿Y el caso de Marta del Castillo?
-Ahí el problema es la cantidad de versiones que han dado los condenados. Ya no saben cuando dicen la verdad o la mentira. El mentiroso compulsivo acaba creyendo su propio mentira. La investigación en este caso no sería el mejor ejemplo de trabajo.
-¿Los crímenes nos definen como sociedad?
-Sí, según cómo y por qué matamos nos encontraron en un momento de la historia. Los crímenes suelen ir del palmo que hay entre la bragueta y el bolsillo. Es un indicador En estos tiempos tienden más hacia el bolsillo: los asesinatos, secuestros, extorsiones. 

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