Javier Perianes | Pianista

"En EEUU se tose tanto como en España en los conciertos"

"En EEUU se tose tanto como en España en los conciertos"

"En EEUU se tose tanto como en España en los conciertos" / josé ángel garcía

Cortés y puntual -muy agradecido-, Javier Perianes (Nerva, 24-9-1978) deleita a los melómanos con sus dedos sobre el piano. Es un acérrimo madridista, aunque con matices. "Soy aficionado al buen fútbol. Admiro al Barcelona de Guardiola. Soy merengue porque me tocó vivir en la época de la quinta del Buitre, ese equipo que goleaba en España y que en Europa se topó con el Milan de Sacchi, el Bayern, el PSV… Recuerdo a Hugo Sánchez rematando al toque, a Michel, a Butragueño, a Martín Vázquez a banda cambiada, junto a jugadores de pundonor como Sanchís, Rafael Gordillo por la banda con las medias bajadas… ¡Cómo no te ibas a enamorar de aquel equipo!".

-¿Cuál es su paraíso perdido de la infancia?

-La Peña de Hierro, una especie de explotación minera a cielo abierto a las afueras de Nerva. Iba con mis amigos con las bicis. Al cabo de los años hice un concierto de piano y fue un momento muy especial.

"Falla trasciende lo andaluz por su manera de estilizar el folclore y los elementos del flamenco; es universal"

-¿Hasta dónde piensa llegar usted piano, piano?

-Lontano. Donde se pueda. No soy de metas ni objetivos, sino realidades, de disfrutar el momento. Planifico todo con mi mujer, Lidia, somos un equipo perfecto.

-¿Se tose en los conciertos en otros países tanto como en España?

-Sí, la leyenda urbana de que en España se tose más no es verdad. Japón es un país muy especial, allí hacer música es increíble, la complicidad con el silencio es absoluta. En España, en EEUU, en Europa... se tose, aunque cada vez menos.

-¿Existe por Falla una música clásica eminentemente andaluza?

-Falla trasciende lo andaluz. Bebe de las raíces populares del folclore español, como Beethoven del alemán, Mozart del austriaco o Bartok del húngaro. Pero Falla, por su formación, también francesa, y por su manera de estilizar el folclore y elementos del flamenco, trasciende lo andaluz y es un compositor universal.

-¿Es posible que sea el segundo onubense más famoso en Asia después de Carolina Marín?

-No lo creo. Seguramente habrá muchos onubenses más famosos que un servidor. A Asia he ido con frecuencia aunque hace tiempo que no. En cualquier caso, Carolina Marín es mucho más famosa que yo en Asia; no querría ser tan famoso como ella, la verdad.

-Nerva, el pasadodoble de Manuel Rojas Tirado, se prohibió en las faenas en la Maestranza por el solo de trompeta por estar el público más pendiente de la música que del ruedo...

-Manolo Vázquez se paró y esperó a que terminase el solo. El maestro Rojas era mi tío porque su mujer, Ángeles, era prima de mi padre. A él no lo traté porque murió en el 53. Pero, ¿cuál era la pregunta?

-Si lo ha interpretado alguna vez al piano.

-Mucho, incluso se llegó a grabar para un disco por el centenario de un centro cultural de mi pueblo. Y es una de esas obras que cuando la escucho, me emociono.

-¿Tocar el piano era un seguro de vida en el Lejano Oeste?

-No creo. Mi experiencia más cercana a lo de "no disparen al pianista" fue en Palestina. Hubo que suspender un concierto porque se había recrudecido el conflicto israelo-palestino y no fue posible hacerlo. Pero nunca he vivido una situación de enorme tensión en la que tuviera que usar la famosa frase "no disparen al pianista".

-¿Mi padre merece una reprimenda 30 años después por martillearnos en el coche con Richard Clayderman?

-Tampoco escuché mucho a Richard Clayderman de joven, pero si sirvió para acercar a la gente de alguna manera a la música clásica, me parece bien. Aun así, tengo un catálogo de enormes pianistas para recomendar.

-Confieso haber escuchado más el Great balls of fire de Jerry Lee Lewis y el Piano man de Billy Joel que a Chopin y Stravinsky. ¿Qué penitencia me toca?

-Por escuchar buena música no hay penitencia. Por ejemplo, Bohemian Rhapsody o The show must go on de Queen también serían decisiones acertadas. La buena música, clásica, rock, pop, tecno, es siempre buena música. Y acercarse a ella siempre ayuda a guardar silencio y a escuchar a los demás.

-¿Qué compositor es el adecuado para iniciarse?

-Hay muchos que son el resultado de influencias de los anteriores. Empezar por Bach es iniciarse por el padre, el generador, el creador de mucho de lo que estaba por suceder, pero también tuvo antecedentes. Bach es un compañero extraordinario para empezar.

-Elija película: El piano o El pianista.

-El pianista. Es muy emocionante ese Nocturno póstumo mientras lo toca Szpilman cuando están bombardeando la radio. La película es crudísima, la vi poco antes de tocar en Varsovia, cuando llegué le pregunté al chófer que me llevaba al hotel y me dijo que la realidad fue muchísimo más cruel.

-Su admirado Woody Allen...

-...en lo cinematográfico, no en lo personal.

-...dijo en Misterioso asesinato en Manhattan que al oír a Wagner le daban ganas de invadir Polonia. Confiemos en que en los picús de la Casa Blanca y del Kremlin no suene.

-Tengo serias dudas de que en la Casa Blanca o en el Kremlin suene Wagner, pero confiemos en que haya personas sensatas que se les ocurra poner a Bach, que los ayudaría a entenderse. Supongo que a Putin le apetecerá más escuchar a Tchaikovsky, Shostakovich y Prokofiev, y a Trump, a Aaron Copland y a Gershwin.

-Dice un amigo que a los niños les apasiona la música pero que no se fomenta en las escuelas.

-Totalmente cierto. Las bellas artes, la música, la escultura, la poesía, la literatura, la arquitectura, el cine, deben tener un papel prioritario en la educación e incorporarse desde el principio al espectro curricular igual que las matemáticas, la geografía, la historia, porque ahí descubre uno muchísimas vocaciones.

-¿Hemos dado la nota o con la tecla con la entrevista?

-Usted ha dado el do de pecho y yo he hecho lo que he podido.

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