José Francisco Garrido, presidente de la Hermandad de Emigrantes, afronta un Rocío "muy especial": regresan al fin al camino y lo hará por primer vez ostentando su cargo al frente de una institución que celebra su 50 aniversario. A las 7:45 están convocados los hermanos para la misa con la que iniciarán la jornada, en torno a 300 peregrinos en doce carros tradicionales en una comitiva que se completa con aproximadamente treinta remolques, diez jardineras y en torno a 25 vehículos de apoyo.

Llega la hora de celebrar, pero Garrido confiesa que "llevo dos noches sin dormir" ante la responsabilidad después de "una espera muy larga". Este miércoles 1 de junio sale Emigrantes con "nuestra seña de identidad, con carros de flores tan características que llenan de color y alegría las calles de la ciudad". Una vez concluya la misa que oficie José Manuel Barral, empezará el camino de despedida de Huelva rumbo a la aldea.  

Será a las 8:30 cuando abandonen su recién inaugurada casa de hermandad para retomar su paso por la Comandancia de la Guardia Civil, la tradicional suelta de palomas en la calle Puerto en la antigua casa de Venancio y Manoli, "rocieros de siempre" y cuyos hijos mantienen la tradición de sus mayores. La Hermandad de Huelva les espera después en la calle Blanca Paloma para desearles lo mejor en este primer tramo de su marcha y antes de pasar por la estatua de la Virgen del Rocío en el Punto, a eso de las 11:00, también compartirán momentos con las hermandades del Corazón de Jesús.

Mañana de alegría como preludio de días llenos de emociones, repleta de buenos deseos antes de partir. Será lo que les transmita la Corporación Municipal de Huelva, que les despedirá antes del rezo del Ángelus en la Concepción en un momento de encuentro espiritual con la Virgen en los primeros compases del camino que les lleve a Ella. Después, la Comandancia de Marina volverá a convertirse en uno de los escenarios tan propios de esa comunión entre Huelva y Rocío, donde la Salve Marinera será el hilo musical con el que despedir a Emigrantes.

"Estamos ansiosos de echarnos a los caminos", admite el presidente de la Hermandad, que añade que "en nuestra generación no hemos conocido un parón de este tipo y no nos acordábamos de tener las casas patas arriba". Zahones sobre las sillas, macutos por el pasillo, trajes colgados de las puertas, "nuestras casas son un auténtico baúl que se abre y se llena de color".

José Francisco Garrido desea "normalidad, un camino sin incidencias" y pide a los romeros "paciencia y colaboración de todos, que todos sumemos en un año tan especial". Y prudencia porque "la situación sigue siendo complicada, no hay que perder esa perspectiva de actuar con responsabilidad propia y hacia los demás". Máxime ante un escenario que se prevé multitudinario tan sólo atendiendo al reciente Traslado, "no se recuerda tan numeroso", apunta.

Toda Huelva está preparada para que esta Hermandad abra su baúl con el que inunde de  color todas las calles de la ciudad este miércoles. Nada como contemplar la salida de Emigrantes para comprender que las despedidas también pueden ser alegres.