El Rocío

La provincia en camino

  • La Palma sale por vez primera un jueves, en lugar de un viernes hacia El Rocío. La lluvia no amedrenta a las hermandades del Condado Se modifican caminos por el mal tiempo.

La lluvia volvió a dominar los cielos, pero las carretas hicieron lo propio en las arenas. A pesar de los aguaceros que de forma persistente cayeron durante toda la jornada de ayer, las filiales rocieras del Condado no se amedrentaron y cumplieron con su ritual de coronar las arenas. La Palma del Condado, Bollullos, Rociana, Bonares, Niebla y Villarrasa cumplieron su objetivo de alcanzar la aldea, eso sí, todas ellas cubiertas con plásticos para proteger la carreta y el Simpecado. Y es que la climatología obligó a cambiar muchas tradiciones. Fue el caso de la Misa de Romeros que vive Bonares en el emblemático paraje del Corchito. Tal como informó el alcalde, Juan Antonio García, su celebración se trasladó a la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción. 

Algo más madrugadora fue Rociana del Condado, donde la eucaristía se celebró a las ocho de la mañana. Una vez el estandarte rociero fue entronizado en su bella carreta, la comitiva partió hasta la Ermita de la Virgen del Socorro donde se procedió a la despedida de la patrona rocianera. La climatología concedió en ese momento uno de los chances de la jornada, permitiendo el habitual paseíllo por el pueblo.

 

Más suerte tuvo la Palma. La filial más antigua de la provincia fue también la más madrugadora. A las siete de la mañana la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista acogía la misa en previsión de intensas precipitaciones que acecharon durante todo el camino.

 

En el exterior la carreta, adornada con flores rosas, gerberas y liliums, permanecía semicubierta, manteniendo esta misma cautela.  El tiempo respetaba el momento y se aliaba con los romeros, lo que permitía a la comitiva, integrada por el hermano mayor, Antonio Ligero; el presidente de la filial, Enrique Martín, y el alcalde, Manuel García Félix, despedirse de su Patrona, la Virgen del Valle, así como del monumento a la Virgen del Rocío.

 

La climatología no acompaña, pero está regalando estampas únicas e históricas a lo largo de todos los caminos de la provincia, repletos de plásticos y chubasqueros, pero también de devoción y alegría . La Palma vivió además una jornada especial. La decisión de adelantar el día de camino regaló a los presentes un momento único hasta ahora: el reencuentro con su ahijada, la hermandad de Bollullos. Sendas carretas coincidieron en su periplo hasta tierras almonteñas y aprovecharon ese momento  para rezar la salve rociera frente al monumento a la Virgen de las Mercedes.

 

A partir del Camino de las Parcelas la carreta estuvo acompañada sólo de caballistas y peregrinos a pie, tal como acordaron la noche anterior en el cabildo extraordinario donde se notificó a los hermanos los cambios que conllevaba el aciago temporal que viene sufriendo la provincia. Igualmente, el acceso a la aldea también se vio modificado puesto que en vez del acceso por la habitual calle Villamanrique, se pasó al eucaliptal, para alcanzar el Real.

 

Ayer también partía Moguer, con más de 80 vehículos de todo tipo, además de numerosos caballistas y centenares de peregrinos que acompañan al Simpecado desde primera hora de la mañana. Se volvieron a vivir momentos especialmente emotivos a la llegada del Simpecado ante el convento de las hermanas de la Cruz, donde los bueyes de la familia Cascarilla se arrodillaron mientras los romeros entonaban la salve rociera ante los rostros emocionados de las monjas de la congregación.

 

A la llegada de la comitiva a las puertas del Ayuntamiento aparecieron las primeras gotas de lluvia lo que obligó a resguardar el carretón del Simpecado, que una vez más se inclinó permitiendo demostrar de nuevo la excepcional doma de sus bueyes.

Y junto a todos ellos, Hinojos, Paterna, Villalba, Chucena, Manzanilla y Escacena.

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