El Camino Europeo del Rocío es una iniciativa de la Hermandad de Bruselas que, consciente de su gran singularidad por su sede y por el hecho de que en la misma se integran hermanos de muy distintas nacionalidades, orígenes y contextos, adoptó el proyecto de crear un camino mariano que, partiendo de Bruselas, recorriera toda Europa hasta llegar al Santuario de la Aldea de El Rocío.

La idea tomó forma en 2000, año de su reconocimiento como hermandad filial, si bien sus orígenes se remontan al 8 de diciembre de 1996. La Hermandad de Bruselas es las filial número 97 y fue amadrinada por la Hermandad del Rocío de Madrid.

Cada etapa de la ruta está localizada en un santuario mariano y está amadrinado por una hermandad filial. En total, el Camino Europeo del Rocío comprende un total de nueve etapas que permiten completar un recorrido que une Bruselas con la aldea almonteña.

La primera de estas etapas parte desde Bruselas y concluye en el Santuario de Beauraing, cerca de cerca de Namur, en Wallonia, donde se venera a la Virgen del Corazón de Oro y se conmemoran 33 apariciones de la Virgen durante los años 1932 y 1933.

Se trata de un enclave no muy alejado de Bruselas, algo más de 100 kilómetros, y que supone el punto final de la primera etapa del Camino Europeo del Rocío. La primera vez que se hizo fue el 9 de mayo del año 2000, día de Europa, según explica la propia filial, que recuerda que la etapa fue inaugurada de forma oficial por el Obispo de Namur y es además la única etapa amadrinada por la Hermandad de Bruselas

En ese año 2000, los peregrinos que completaron esa primera etapa se dirigieron a la Gruta de la Virgen, donde se cantó la Salve Rociera. Para señalar esta primera etapa, se entroniza en el Santuario de Beauraing un azulejo conmemorativo de la Virgen del Rocío, vestida de pastora, ceremonia que se ha ido repitiendo en cada etapa.

En total, son nueve las etapas que conforman este Camino Europeo del Rocío transcurriendo por enclaves como Beauraing, Chartres, Rocamadour, Lourdes, Zaragoza, Madrid, Andújar y Sevilla, completando así los más de 2.100 kilómetros que separan Bruselas de la aldea almonteña de El Rocío.