La pandemia de COVID-19, conocida también coronavirus surgió en la ciudad china de Wuhan en la que se dieron los primeros casos en diciembre de 2019. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró una emergencia de salud pública de importancia internacional el 30 de enero de 2020, condición que mantuvo hasta el 5 de mayo de 2023, cuando la OMS decretó el fin de la emergencia sanitaria.

El primer caso de COVID-19 en España fue diagnosticado el 31 de enero de 2020 en San Sebastián de La Gomera, mientras que el primer fallecimiento conocido ocurrió el 13 de febrero en Valencia. Ante la rápida expansión del virus, el 14 de marzo el Gobierno español decretó el estado de alarma en todo el territorio nacional y el país se paralizó.

Pero nada de eso pudo impedir el desarrollo de una hermandad rociera que se había fundado justo cuando en una ciudad china se daban los primeros casos de COVID-19. Poco más de un mes antes de que la OMS declarara la enfermedad como una emergencia de salud pública, se fundaba un 20 de diciembre de 2019 la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Valladolid.

El camino emprendido por esta filial rociera no ha sido fácil, ya que sus inicios estuvieron marcado de forma irremediable por la pandemia, circunstancia que no ha impedido en estos años que sus hermanos muestren su fervor y su devoción a la Virgen del Rocío.

Este mismo mes, la Hermandad de Valladolid realizó su peregrinación extraordinaria acompañando a su madrina, la Hermandad del Rocío de San Sebastián de los Reyes. La filial tiene su sede canónica en la parroquia de San Ignacio de Loyola donde la semilla rociera sigue creciendo para seguir caminando sin importar los casi 700 kilómetros que les separan de la Virgen del Rocío.

La de Valladolid es la segunda filial rociera de la provincia castellana. En Medina del Campo existe desde 2011 la primera hermandad rociera de la provincia de Valladolid, cuya madrina es la filial de Isla Cristina, con quien realiza el camino cada Pentecostés.

Cuenta con una imagen titular, réplica de vestir de la Reina de las Marismas, bendecida en 2013 y con un Simpecado, bendecido en octubre de 2018, que preside la anual romería rociera que se celebra en Medina del Campo desde 2013.