-¿Cuál ha sido su trayectoria en la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte?

- Desde pequeño siempre estuve vinculado a la hermandad, colaborando con el coro, con los hermanos mayores, en las procesiones y en todo lo que se me requería. Con 20 años tuve la dicha de ser hermano mayor y siempre he estado dispuesto a trabajar para mi hermandad. Nunca fui miembro de la junta de gobierno, ni lo veo necesario para poder serlo ahora, como ocurre en cualquier institución pública o privada.

-¿Qué le ha motivado a presentar su candidatura a presidente de la junta de gobierno para estos cuatro años?

-Dos son los motivos que me impulsan a dar este importante paso. Uno, la necesidad que tanto yo, como gran parte del pueblo de Almonte, vemos de hacer un cambio verdadero en la junta de gobierno. De otra forma, algunas tendencias que están apostilladas en la gestión, como la falta de transparencia y de cercanía, no mejorarían. Dos, el equipo que presento para gestionar la Matriz, serio, competente y capacitado para realizar nuestro proyecto.

-La de Nuestra Señora del Rocío es una gran devoción, ¿qué modelo de hermandad tiene?

-Cercana a los hermanos y hermanas, eficiente en la gestión y firme a la hora de tomar decisiones. La caridad, la bondad, la fe, el respeto al prójimo y la educación deben ser pilares fundamentales. Y también saber asesorarse cuando sea necesario y oír opiniones para decidir cuestiones generales, tanto en los que compete al pueblo de Almonte como a todas las hermandades filiales.

-¿Qué ideas de futuro tiene para la hermandad de cara a desarrollar durante su mandato?

-Nuestro proyecto contiene medidas para mantener la excelencia en algunos aspectos y mejorar en otros que no la poseen. Por ejemplo, queremos que la hermandad sea la casa de todos, sin hermetismos. Creemos necesario una hermandad más abierta, más transparente, donde reine el consenso con el pueblo y todo el mundo que lo desee pueda formar parte de las comisiones de trabajo que vamos a formar.

-¿Cómo será su relación con las hermandades filiales? ¿Qué cree que hay que fomentar?

-Exactamente igual a la relación con el pueblo de Almonte, esto es, queremos hacer ‘hermandad’ y ser accesible a todas las filiales por igual. Todos somos hijos de la misma Madre y, por tanto, hermanos rocieros. El comportamiento de las filiales viene siendo ejemplar, aunque la Matriz debe mediar en algunos conflictos que surgen y dar ejemplo de sensatez, comprensión y claridad. La colaboración en la procesión de la Virgen sería un concepto importante para trabajar.

-¿Qué necesita aún El Rocío? Aporte alguna idea para engrandecerlo aún mucho más.

-Todo en la vida tiene aspectos que pueden mejorarse y pulirse. La cantidad no necesariamente implica calidad. Somos partidarios de abrir puertas pero a la vez somos conscientes de nuestra responsabilidad para el buen funcionamiento de la romería y debemos orientar a todos los rocieros del mundo hacia la fe y el amor a nuestra Madre, al respeto a la naturaleza y las instituciones organizadoras. “…Que todo el mundo sea Rociero…” no es lo mismo que “…Todo el mundo vaya al Rocío…”.