"Estoy en la junta porque me desvivo por el Rocío"
Javier Roldán. Teniente de hermano mayor y prioste
Esta romería es su primera como miembro de la junta de gobierno al ser la mano derecha del hermano mayor.
-Es otro de los nombres que se estrenan en el cargo, ¿cuál es su misión?
-Soy la mano derecha del hermano mayor y en la priostía me ocupo de los actos litúrgicos del camino, las misas y de la carreta del Simpecado, junto a la camarera de camino, que en este caso es mi hija.
-En pocas palabras, las cuestiones estéticas quedan en sus manos.
-Exactamente, todo lo que se relacione con el Simpecado, siempre junto a las camareras.
-Explique qué criterio estético ha elegido para la carreta en esta romería en cuanto a flores.
-Contamos con tres adornos florales, el de la salida, el de la presentación de este sábado y el de la entrada en Jerez. Cada uno de ellos tiene un significado. El del camino, que es el mismo que el de la salida, es de tonos rosas por petición y razones íntimas del hermano mayor. El de este sábado de presentación es sumamente original, con colores distintos y muy llamativo, más rompedor, atractivo y diferente, al menos bajo mi punto de vista. Ya lo veréis. El de la entrada en Jerez sigue la misma línea.
-¿Cómo asume estos cuatro años? ¿Por qué dijo sí al cargo?
-Sobre todo porque me desvivo por el Rocío, soy un gran devoto de la Virgen. Es también un compromiso que tenía al cien por cien con el hermano mayor. Me debía a ello.
-Son cuatro años de Rocíos muy diferentes.
-Eso pesa mucho, son cuatro años de duro trabajo. Veo bien lo que hace la Matriz de elegir hermano mayor cada año y presidente por cuatro.
-Serán romerías compartidas con la hermandad, su cargo y responsabilidades y su gente.
-Evidentemente se vive de otra forma. Soy una persona que me gusta hacer el camino al lado del Simpecado andando; pero claro, ahora no por las otras responsabilidades que tengo como miembro de la junta de gobierno. Hay que dar mil vueltas porque en la romería todos somos una piña pero cada uno asumiendo su parcela de trabajo.
-¿Cómo lleva este Rocío tan diferente y extraño?
-La verdad que ni me acuerdo de lo del miércoles. Aquel día dio paso a otros como el de hoy, en el que estamos disfrutando tanto. De todas formas la lluvia nos respetó el miércoles sin aparecer hasta que dejamos San Juan Grande; ese mismo día la acampada en Marismilla pudimos hacerla sin lluvia y a la hora de recoger igual. Lo que he dicho, ya no me acuerdo de lo del miércoles.
-Pero al trastocar los sitios de parada se han perdido momentos.
-Claro que ha sido así pero las circunstancias mandan. He echado de menos la misa de los Ansares, nuestro templo del cerro donde teníamos esa eucaristía tan íntima y especial. El cambio de este viernes y todo lo que eso implica. Además hay que sumar todas las cosas que nos han pasado: averías de carros, el vuelco de uno, pinchazos… Más, imposible. Creo que son pruebas que nos ponen para ver si estamos capacitados para ser miembros de junta.
-O sea que el año próximo si todo va normal, será un placer gobernar el camino.
-Sin duda alguna después de todo lo de este año.
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