El Camino Europeo del Rocío es una iniciativa de la Hermandad de Bruselas que, consciente de su gran singularidad por su sede y por el hecho de que en la misma se integran hermanos de muy distintas nacionalidades, orígenes y contextos, adoptó el proyecto de crear un camino mariano que, partiendo de Bruselas, recorriera toda Europa hasta llegar al Santuario de la Aldea de El Rocío.

La idea tomó forma en 2000, año de su reconocimiento como hermandad filial, si bien sus orígenes se remontan al 8 de diciembre de 1996. Cada etapa de la ruta está localizada en un santuario mariano y está amadrinada por una hermandad filial. En total, el Camino Europeo del Rocío comprende un total de nueve etapas que permiten completar un recorrido que une Bruselas con la aldea almonteña.

La tercera de las etapas comienza en uno de los sitios más sagrados de Francia y Europa, tal y como lo describe la Hermandad de Bruselas. “Encaramada en lo alto de una montaña del sur de Francia, al norte de Tolouse, Rocamadour se presenta como un lugar de increíble belleza. Desde el siglo VI se venera allí a la Virgen Negra y su Divino Hijo. La Virgen de Rocamadour está muy vinculada al Camino de Santiago y Gonzalo de Berceo, ya la mencionaba en sus Cantigas”, explican

Esta etapa del Camino Europeo del Rocío fue inaugurada en octubre del años 2000 y fue amadrinada por la Hermandad del Rocío de Ronda, “cuya Hermana Mayor y acompañantes, quedaron impresionados al conocer esta población que, emplazada sobre un acantilado calcáreo de 150 metros de altura, tanto les recordaba a su propia ciudad de Ronda”.

La etapa se inauguró con una misa rociera oficiada por el Obispo de Cahors, Monseñor Maurice Gai, y concelebrada por el Rector de los Santuarios, el Padre Delmas y por el Padre Lancaster, Capellán de la Hermandad del Rocío de Bruselas. Actuaron los coros de las Hermandades de Ronda y Bruselas y la ceremonia contó con la presencia del alcalde y concejales de la ciudad, según recuerda la filial.

Tras la misa, se bendijo un nuevo azulejo de la Virgen Pastora, conmemorativo de esta nueva etapa y a dicho acto, siguió un festivo almuerzo en el que las hermandades aportaron deliciosas especialidades españolas.