La Hermandad de Emigrantes llevó un trozo de El Rocío al Papa Francisco

La Ciudad Eterna despide este lunes al Papa Francisco. Entre palabras de agradecimiento por su entrega estos años muchos recuerdan momentos que han marcado su pontificado, uno de ellos cuando la Hermandad de Emigrantes del Rocío de Huelva realizó una peregrinación extraordinaria a la Ciudad del Vaticano durante este Año Santo Jubilar llevándole al Santo Padre un trozo de la aldea almonteña.

El Pontífice no ha tenido oportunidad de poder visitar la aldea de El Rocío como sí pudo hacer Juan Pablo II en una visita en 1993 que aún se mantiene viva en el recuerdo. Desde la Hermandad le llevaron un trocito de El Rocío el pasado 29 de enero. Durante la audiencia con el Papa Francisco, este bendijo la Medalla y el Simpecado de la Concha Peregrina en el Aula San Pablo VI del Vaticano.

Frente a los más de 200 peregrinos que presenciaron el momento la Hermandad le impuso la Medalla al Sumo Pontífice convirtiéndole en un rociero más como símbolo de unión entre Su Santidad y la aldea de El Rocío. Este instante, que hizo saltar las lágrimas de todos los presentes, ha quedado inmortalizado para el recuerdo y grabado en los corazones de los rocieros. Como agradecimiento el Papa le regaló la mitra a la comitiva onubense y posó con la Medalla junto al Simpecado, "un momento digno de recordar y que llevaremos siempre con nosotros", admitía entonces el presidente de la Hermandad de la Santísima Virgen del Rocío, José Francisco Garrido, a este periódico.

Cuando finalizó la audiencia, el Santo Padre dedicó unos minutos para saludar a todos los que se encontraban en la gran sala, acercándose hasta el Simpecado y bendiciendo el lazo Papal, regalando un "rato de charla breve, pero muy intenso" a los peregrinos, que llevaron la fe onubense hasta la Ciudad Eterna.

Además de este instante que ha marcado a la devoción rociera, también tuvo lugar otro hecho histórico. El Simpecado de Emigrantes entraba días después de la audiencia con el Papa en la Basílica de Montserrat de los Españoles para postrarse ante la Virgen del Rocío, encuadrada en el Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte. Esta hacía que por primera vez en la historia dos Simpecados de la Santísima Virgen del Rocío coincidieran en la Ciudad del Vaticano. Un momento que ha pasado a la historia y gracias al cual la Ciudad Eterna fue durante unos días algo más rociera.

Desde la Hermandad han querido dedicar en sus redes sociales unas breves palabras cargadas de solemnidad y pesar tras conocer el fallecimiento del Santo Padre: "Descase en Paz Padre, gracias por guiar nuestra fe a lo largo de estos años. Brille para él la luz perpetua".