Genoveva, la belga que se enamoró del Rocío y del camino a la aldea hace 15 años: "En Huelva sí que se sabe vivir"

El Rocío/Vino desde Flandes hace 15 años y se enamoró de Huelva y de sus tradiciones. "Ahora soy una 'flandalú' una flamenca que vive aquí en Andalucía, y me alegró mucho de que así sea", contaba a Huelva Información, rebujito en mano y junto a una de las tantas amigas que la tierra onubense le ha dado. De hecho, quiere tanto Huelva que ha elegido un nuevo nombre. "Me llamo Genoveva y mi marido Philipe Brucart, pero como aquí no se pronuncia así, mi marido se llama ahora Felipe Moreno Saez y yo Genoveva Santacruz del Campo, entonces somos flandaluces de manual y auténticos", bromea.

Vive en Aljaraque -Bellavista- desde hace cosa de un año, pero antes se alojaba en Mazagón. Haciendo el camino lleva más de una década, aunque vive en Huelva desde hace cinco: "El primer año que hice el camino no sabía nada de nada. Empezamos con Emigrantes, otra vez fuimos con Palos de la Frontera, luego con Mazagón y también con Bonares alguna vez más". Junto a su marido, Philipe, forma parte de la peña No ni ná, un nombre que ella misma eligió y que fue más que aprobado por sus amigos y compañeros del grupo de la filial moguereña. "Cada uno somos de un sitio pero el centro y lo que nos une es la Hermandad de Moguer".

"Aquí sabes vivir, la gente sabe disfrutar de la familia y de la calle"

Lo que más le gusta del camino y de El Rocío, en la que ya es una más, es que demuestra lo bien que se "sabe vivir aquí en Huelva y en Andalucía". "En otros lugares solo es trabajar, trabajar y ganar dinero. Ir a una casa gigante, con un coche gigante, pero aquí de verdad sí sabes vivir. Vas a la calle a desayunar y todo el mundo es agradable. Todo es 'hola, qué tal, viva'. En Bélgica la gente no es así y en muchos otros sitios tampoco", contaba a este periódico.

De la romería rociera destaca el primer día, que ha hecho con el carro y con sus amigos de la peña, donde "hay mucho ambiente y tenemos dos guitarras, que la tocan y nos lo pasamos estupendamente. El segundo día lo he hecho a pie, con calor pero igual de divertido". El mejor momento de este año para la flamenca es la Charca, donde asegura que se emocionó al ver los caballos trotando sobre el agua, a la vez que la gente canta, llora, y agradece todo lo que ha conseguido en este año.