Fernando de la Torre protagoniza la Exaltación de la Navidad de la Hermandad de Emigrantes

Un acto marcado por la emoción y la profundidad espiritual, protagonizado por Fernando de la Torre Suárez, cuya palabra llenó de fe, poesía y sentimiento rociero una cita ya consolidada en el calendario navideño de la ciudad

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Exaltación de la Navidad de Emigrantes.
Exaltación de la Navidad de Emigrantes. / M.G.

La Catedral de la Merced ha acogido la Exaltación de la Navidad, organizada por la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva. Un acto cargado de emoción, fe y tradición, cuyo eje central fue la palabra y el testimonio del exaltador, Fernando de la Torre Suárez, protagonista absoluto de una velada que dejó una profunda huella entre los asistentes.

La exaltación se convirtió en una intensa vivencia espiritual gracias a la intervención de Fernando de la Torre, quien ofreció una proclamación de notable altura literaria y teológica. En ella supo entrelazar poesía, catequesis, memoria personal y sentimiento rociero, trasladando el misterio del Nacimiento de Cristo al paisaje, la historia y el alma de Huelva y de El Rocío.

Designado exaltador por acuerdo de la junta de gobierno de la hermandad en sesión celebrada el pasado 15 de septiembre, Fernando de la Torre agradeció desde el inicio la confianza depositada en su persona, confesando sentirse “en casa” y profundamente vinculado a la Hermandad de Emigrantes, a la que definió como parte esencial de su caminar rociero.

Una Navidad soñada en Las Rocinas

Desde los primeros compases de su intervención, el exaltador condujo a los presentes a una Navidad recreada en las marismas, situando el nacimiento del Niño Dios en Las Rocinas, entre acebuches, candelas y arenas, bajo un cielo estrellado que evocaba el Belén eterno. Una narración cargada de simbolismo que cautivó al público por su fuerza evocadora y su belleza poética.

A lo largo de su exaltación, Fernando de la Torre ofreció una auténtica catequesis para el tiempo de Adviento, reivindicando la centralidad de Dios en la Navidad y alertando del riesgo de vivir estas fiestas vacías de contenido espiritual. Defendió una Navidad vivida desde la fe, la familia y la tradición, con la Virgen del Rocío como Madre que presenta al mundo al Pastorcito Divino.

Especial intensidad alcanzaron sus palabras al abordar la festividad de los Santos Inocentes, elevando una sentida súplica para que cesen el sufrimiento injusto, la violencia y la exclusión, recordando que aún hoy existen inocentes heridos por la guerra, la pobreza, el abandono y la pérdida de valores.

La exaltación estuvo precedida por una emotiva presentación a cargo de José Brioso, hermano y amigo personal del exaltador, quien trazó un retrato humano y cercano de Fernando de la Torre, destacando tanto su amplia trayectoria como pregonero y escritor como, especialmente, su calidad personal.

Durante su intervención, Brioso lo definió como “amigo de sus amigos, cercano, generoso, fiel, humilde y profundamente humano”, subrayando que “ayuda sin que se le pida y siempre está dispuesto para cualquier hermandad”. Asimismo, puso en valor su capacidad literaria, afirmando que “tiene un don para escribir que dentro de cien años será recordado como uno de los grandes de esta tierra”.

El presentador recordó que De la Torre cuenta con más de cuarenta pregones, tanto rocieros como cofrades y navideños, y aseguró que “ni él mismo es consciente del legado que está dejando a Huelva”. Concluyó dirigiéndose directamente al exaltador: “Hoy cumples una ilusión largamente esperada. Tuyo es el atril, amigo; tuya es la palabra”.

Memoria, familia y devoción

Uno de los momentos más emotivos de la exaltación llegó con el relato de las navidades vividas por el exaltador en El Rocío, evocando una infancia marcada por la familia, la sencillez y la fe compartida. Escenas de chimeneas, villancicos, la Misa del Gallo y la convivencia familiar conectaron con la memoria colectiva de muchos de los presentes.

Especialmente simbólico fue el pasaje dedicado al denominado ‘cuarto Rey Mago’, una figura creada por Fernando de la Torre para representar a la Hermandad de Emigrantes, que acude al portal no con oro, incienso y mirra, sino con caminos, arenas, flores, carretas, cantes y una devoción sincera forjada durante generaciones.

Música y solemnidad

El acompañamiento musical del acto corrió a cargo del coro Senderos de Huelva, que aportó solemnidad y recogimiento a distintos momentos de la exaltación. Con un repertorio cuidadosamente seleccionado para la ocasión, interpretó piezas como Campana de gloria, compuesta por un miembro del grupo Los Canasteros, así como otras obras del director del coro, José Francisco Cruzado, entre ellas La candela, Pastores, venid, Nació en la Rocina y Cantarle.

La Exaltación de la Navidad concluyó con una prolongada ovación al exaltador y la entrega de recuerdos por parte del presidente de la Hermandad de Emigrantes, José Francisco Garrido, y del hermano mayor, Jesús María Muñoz Muñoz, al exaltador, al presentador y al coro. El acto finalizó con el canto de la Salve y los vivas a la Virgen del Rocío, al Pastorcito Divino y a la Hermandad de Emigrantes.

Con este acto, la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva vuelve a ofrecer a la ciudad una cita de gran valor espiritual y cultural, reafirmando su compromiso con la fe, la tradición y la devoción mariana.

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