El Rocío recibe al peregrino que ha recorrido más de 600 kilómetros desde Segovia

El riojano José Manuel Ansoleaga, actual hermano mayor de la Hermandad del Rocío de Segovia, ha culminado este fin de semana una peregrinación de más de 600 kilómetros a pie, divididos en 32 etapas, tras cerca de un mes de camino desde Segovia hasta El Rocío. Se trata de un recorrido que llevaba tiempo planificando junto a su mujer, fallecida el pasado verano, y que decidió cumplir en solitario como una promesa personal y un acto de fe, coincidiendo además con el 25 aniversario de la hermandad segoviana.

La última etapa, desde Almonte, la completó acompañado por varios de sus hermanos de la Hermandad del Rocío de Segovia y por miembros de la filial rociera de Huévar del Aljarafe, madrina de la corporación segoviana, que quisieron unirse a él en los kilómetros finales hasta el Santuario.

Durante su largo trayecto, Ansoleaga ha destacado la hospitalidad de los rocieros que ha encontrado en cada pueblo y ciudad del camino. “Siempre ha habido alguien dispuesto a ayudar”, explica, subrayando la fraternidad de la familia rociera, la dimensión humana que ha marcado cada jornada y que, asegura, ha dado sentido a un mes de esfuerzo, fe y superación.

Su llegada al Santuario, el sábado pasada la una de la tarde, estuvo cargada de emoción. Tras postrarse ante la Virgen del Rocío, concluyó su peregrinación con el rezo de la Salve y unos sentidos vivas a la Blanca Paloma. En representación de la Hermandad Matriz, lo recibieron la delegada de Peregrinaciones, Rocío Contreras, y el delegado de Formación, Antonio Ramos, que le trasladaron su bienvenida y reconocimiento.

Un camino, el de José Manuel, que se suma a tantas historias y promesas que conforman El Rocío de todo el año; una fe que a menudo se vive en la distancia, etapa a etapa, hasta alcanzar la meta que lo sostiene todo, el reencuentro con la Virgen.