"Este año el corazón le ha ganado a la razón y seré hermano mayor"
Alfonso Martínez conducirá este año a la Hermandad Matriz de Almonte hasta la Blanca Paloma · Considera que uno de los momentos más emotivos es la procesión
Es un cargo que se disfruta una vez en la vida pero cuyo recuerdo perdura más allá de ésta. Así definen sus antecesores lo que representa ser hermano mayor de la Hermandad Matriz del Rocío de Almonte, un cargo y una responsabilidad que este año recaerá con "orgullo" en Alfonso Martínez.
Ya las sensaciones que le embargan a un rociero en el desempeño de este caro no les son ajenas, no en vano su padre tuvo el honro de antecederles en el cargo hace ya 27 años. Precisamente revivir en carne propia esta experiencia fue algo que siempre ha tenido entre ceja y ceja, quizás animado por las historias que su patriarca le contaba y que contribuían a alimentar sus ganas de tutelarle en cuanto a recuerdos rocieros y retomar el testigo de guiar a su Simpecado. Sin embargo, este padre de dos hijas, reconoce que los deseos siempre se vieron constreñidos por la razón, quien tomaba siempre las riendas a la hora de renunciar a su sueño, si bien nunca dejó de abrigar esperanzas de que algún año fuese el idóneo o bien que, en su defecto, el corazón se librase de las cadenas y se aventurase a presentar su candidatura.
En este 2010 "no me lo pensé ni le di vueltas, simplemente actué". Hoy la recompensa es su elección. Ahora Martínez es consciente de que le queda un arduo trabajo por delante que será una nimiedad cuando disfrute de experiencias imperecederas como el día de la salida de la hermandad hasta la aldea o "el momento de la procesión almonteña". Sin ningún género de duda, éste es el instante que considera más hermoso de cuantos acontecen en una celebración cristiana, salpicadas de momento de gran fervor y más aún para alguien que como él lleva mamándolo desde pequeñito, siendo un acontecimiento tatuado a fuego en su retina.
Martínez asegura que tras su elección ya siente el paso del cargo, aunque ha recibido una infinidad de propuestas "de apoyo para lo que necesite" e incluso asegura contar con su familia y sus amigos que están igual de ilusionados si cabe con que viva esta experiencia.
Con respecto a la Romería de Pentescostés, Martínez es de los que sostiene que la fe no se amilana ante la crisis y pone como ejemplo las estampas de fervor que en los últimos años se han vivido en la aldea, las cuales rememoran las que antaño hicieron honor a la devoción mariana que se respira en el templo de la Blanca Paloma. El joven almonteño recuerda que la "fe por la Patrona siempre ha estado ahí", si bien en ocasiones, mediáticamente, las imágenes son eclipsadas por la ostentación de la que algunos hacen gala y que en nada justifican la realidad de la romería más internacional.
Precisamente el pasado año la peregrinación a pie fue más numerosa que en carreta y lo corrobora aquellas sevillanas que narraban y evidenciaban que para vivir el Rocío no se precisa más que una medalla y unas alpargatas. Martínez apunta que "la esencia siempre ha estado ahí" y que el lujo ha sido poco menos que la consecuencia de una sociedad consumista que se ha dejado ver en todos los ámbitos de la vida y de las que no eran ajenas las festividades religiosas. No obstante, matiza que los católicos no han perdido en ningún momento la brújula marcada por el norte que representa la imagen de la Pastora. Un horizonte con el que sueña cada noche con la medalla sobre su pecho y clamando vivas a la Reina de las Marismas.
El año pasado la presentación de dos candidaturas a hermano mayor no privó a los fieles del ritual de las urnas con el que se dirime quién ocupará este cargo durante el año en curso. Aunque las elecciones están desprovistas de ningún tipo de campaña más allá de pedir el respaldo a las amistades, la designación no puedo estar más reñida al enfrentarse dos personas con una trayectoria impoluta en la hermandad, muy conocidas y que gozan de una gran simpatía entre los almonteños.
Con estos precedentes no es de extrañar que hasta 1.700 hermanos se personasen a la hora de depositar el voto. Durante le recuento se vivieron escenas de nervios y emoción contenida, debido a que hasta el final no pudo dilucidarse un claro ganador. Precisamente al final Alfonso Martínez logró recabar más apoyo, si bien por un margen tan exiguo como nueve votos, ya que su candidatura logró 853, por 842 del otro candidatos, José García.
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