De total éxito se puede catalogar el pregón realizado por Sebastián Rodríguez Rico a su Hermandad del Rocío de Ayamonte. Una vez terminada la función principal, el director espiritual, la alcaldesa, la presidenta, la hermana mayor y la secretaria de la hermandad, ocuparon sus asientos respectivos en el atrio del templo, y fue Chelo Rodríguez Rico, hermana del pregonero, la que presentó a su hermano con palabras llena de cariño y admiración. “Mi hermano fue el que de la mano, me llevó a ver por primera vez, siendo ya una adolescente, lo verdaderamente que es acompañar a la Hermandad en su peregrinar hasta la aldea almonteña”, desgranó en su alocución. En el poco tiempo que duró la presentación a su hermano, Sebas, los presentes pudieron enterarse de la vida religiosa y social de su hermano.

No se podía olvidar que el pregonero es desde hace muchos años rociero, incluso antes de fundarse la hermandad, yendo al Rocío de la mano de sus padres, Manolo y Rocío a los 8 años de edad, y además fue presidente de la Hermandad de la Virgen de las Angustias y miembro de la actual Junta de gobierno de la Hermandad del Rocío de Ayamonte.

Con ese bagaje y con el aplauso en general comenzó Sebastián Rodríguez Rico su pregón cargado de sentimiento y vivencias vividas durante cerca de 45 años.

Durante su intervención, el pregonero, fue poniendo sobre la patena, sus anécdotas, sus vivencias, sus alegrías y sus penas, sus recuerdos yendo desde niño con sus padres y sus tíos, Miguel y Daniel quienes, casi al mismo tiempo que la Casa Hermandad de Ayamonte, construyeron una Casa que ha sido visitada, por todos los ayamontinos desplazados a la aldea almonteña.

Hizo vibrar a los asistentes con sus sentimientos llenos de religiosidad, y sobre todo, de recuerdo inolvidables de personas que fueron fieles devotas acompañantes del Simpecado. “Me acuerdo –comentó el pregonero – de una abuela que llevaba de la mano a su nieta, desde que salía el Simpecado de la parroquia de las Angustias, hasta que llegaba a las plantas de la Señora, con palabras llenas de sabiduría y sobre todo de amor a la Virgen, como tantos otras personas que repetían años tras años, los caminos hasta llegar a Ella”.

Las arenas, la llegada a la Casa, el encuentro de la Hermandad de Ayamonte con la Hermandad Matriz, la Misa del Real, el Rosario de Hermandades, y por último, y lo más importante para los ayamotinos, el abrazo de Nuestra Señora del Rocío con su Simpecado de Ayamonte, todo ello fue desgranando Sebastián con palabras llenas de sentimientos y sobre todo de cariño hacia su Hermandad y sus rocieros ayamontinos.

Durante toda su alocución, el público interrumpió la charla con fuertes aplausos, lo mismo cuando, en distintos momentos, Nana, Miguel, Fernando Romero y el Coro de la Hermandad interpretaron una serie de sevillanas llenando el templo de sentimientos rocieros. Con los vivas por parte del pregonero terminó un acto que será recordado durante muchos años por la familia rociera ayamontina.

Por último cabe destacar, que los días 11,12 y 13 de este mes se realizó el triduo en honor a la Virgen del Rocío, oficiada por el sacerdote, Carlos Javier Rodríguez Parra acudiendo muchísimos rocieros, y cantada por el Coro de la Hermandad de Ayamonte.