Quien argumente que el Rocío solo es una romería y que dura poco menos que siete días, está más que equivocado. Ya no es un aspecto subjetivo. Todo lo contrario. Un ejemplo de ello puede ser el ambiente vivido este fin de semana entorno a la Blanca Paloma. Pero solo es un ejemplo. El Rocío son 365 días. Porque la fe rociera se alimenta de una manera universal. De padres a hijos. De abuelos a nietos. Entre amigos. Y lo es, 365 días. Ya sea en la marisma, al anochecer en la aldea, tras el rasguño a una guitarra, los rezos que se cantan. En El Rocío. Almonte, Huelva, Sevilla o Madrid. Donde sea. Porque la Virgen está detrás de toda esa devoción que reluce más que el sol. 

Ser rociero es una manera de vivir. De ser. De estar. En todo momento. Y en cualquier lugar. El Rocío es otra dimensión. Se entra, pero no se sale. Porque el amor a la Virgen es permanente. Infinito. Y es tan grande que caben todos los corazones. Estos son argumentos que ensalzan una devoción que solo crece a pasos agigantados. Porque el rociero nunca para de caminar. Siempre peregrina.

Este fin de semana fueron los jóvenes los auténticos protagonistas. La Hermandad Matriz volvió a organizar la peregrinación de jóvenes rocieros. Con la 18º edición, esta vez bajo el lema Caminar con María hacia Cristo, se cumplió la mayoría de edad y hasta un récord de participación. "Unos 1.500 jóvenes que vienen de 53 hermandades filiales y no filiales. Y que vienen de todos los puntos de la geografía española: vienen jóvenes de las hermandades de Arroyo de la Miel, de Jaén, de Cabra, de Madrid, de Santa Fe de Granada, y por supuestos de las dos nuevas filiales Montequinto y Torremolinos", explicó el delegado de Juventud de la Matriz, Javier Giménez. "Estamos muy felices", reconoció, porque además, "para la Hermandad Matriz este evento es de gran importancia ya que supone una convivencia única, donde todos los jóvenes se encuentran y conocen e intercambian experiencias, y cantes y risas. Sin dejar de lado, por supuesto, el objetivo de la peregrinación interior a los pies de Nuestra Señora la Virgen del Rocío y por su intercesión pues al encuentro con el Pastorcito Divino". 

No todo quedó ahí. El Rocío va más allá. "En nuestro caminar haremos hincapié sobre todo también en cuestiones de respeto del medio ambiente y pondremos especial cuidado en mantener nuestro entorno lo mejor posible". 

La peregrinación comenzó con la citación de los jóvenes en Almonte. Todos, reconocibles con sudaderas de su hermandad filial o no filial, dispuestos a vivir una emotiva experiencia. Y abriendo el cortejo, un tamborilero puso los sones que son la banda sonora de Almonte. Fue una cita especial, como la que tuvo lugar la noche del viernes con el concierto de la Banda Municipal de Música de La Puebla del Río con motivo de Santa Cecilia en el Santuario de Nuestra Señora del Rocío. Lo hicieron con motivo del 30 aniversario de esta formación musical e interpretó un repertorio en homenaje a Los Romeros de la Puebla.