El cielo amanecía encapotado y la aldea iba cogiendo forma durante la mañana. Los preparativos para las presentaciones fueron lo primero, prepara a los mulos, quita el polvo de los arreos del camino y flores para el simpecado, para llegar a las plantas de la Virgen del Rocío ataviados mientras se reza la salve. 

La primera en pasar fue la Hermandad de Villamanrique de la Condesa, que a las 12:00 llegaba a la ermita con todos sus hermanos entre sevillanas y vivas. En esta segunda jornada de presentación ante la Hermandad Matriz de Almonte, se continúa con la tradición en la que la anfitriona de la Romería recibe a las 127 filiales que peregrinan a la aldea. A su espera se encuentra la Junta de Gobierno de la Hermandad que recibe a los hermanos mayores que guían a sus simpecados. 

Los cohetes, el tamboril y la flauta, los vítores y los vivas fueron la banda sonora de la jornada, acompañada por los cascabeles de los mulos y el tintineo de los bueyes. Una estampa rociera característica de la mañana del sábado en la que todos los partícipes rebosan fe por la Virgen.

Los pequeños también acompañan a sus simpecados.

Después de presentarse desde la Hermandad 125 a la 85 en la jornada del viernes, esta vez el turno a sido de las más antiguas, desde la 1 a la 84, abriendo Villamanrique de la Condesa como la filial más antigua de cuantas peregrinan al Rocío y finalizando en torno a las 21:30 con la Hermandad de Valencia.

Entre ellas, la Hermandad de Huelva, llegó a las plantas de la Virgen a las 14:00 después de Pilas, La Palma del Condado, Moguer, Sanlúcar de Barrameda,  Triana, Umbrete y Coria del Río. Los vivas no dejaron de retumbar en la aldea y cuando llegó el momento todos los romeros, ya sin el polvo del camino y con sus mejores trajes se encaminaban detrás del simpecado para acompañarlo de nuevo ante la Reina de las Marismas.

Una mañana cargada de emociones en El Rocío en la que las hermandades filiales han realizado las presentaciones ante la Blanca Paloma. La Hermandad de Huelva se ha retrasado unos minutos debido a la magnitud que ha alcanzado la Romería del Rocío.  

Cuando fue su turno los bellos se erizaron y todos los romeros comenzaron a cantar por sevillanas y a darle los vivas expresando su devoción. Al compás de Huelva sonaban las palmas, y el simpecado se miró frente a frente con la Virgen del Rocío, que se encontraba subida a su paso aguardando impaciente la madrugada del lunes donde esa visita se le devuelve a todas las Hermandades. Los carros de Huelva marcaron la diferencia, en los que los romeros le cantaban a su madre. 

El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz acompañará a Emigrantes y Huelva en sus presentaciones y expresó la "satisfacción por la devoción que le profesa Huelva, porque ya no es solo que El Rocío empiece cuando llegan las hermandades de Huelva sino la espiritualidad que hay en la aldea con los peregrinos que acompañan a su simpecado".

Presentación de la Hermandad del Rocío de Huelva.

Además, el Presidente de la Hermandad de Huelva, Juan Carlos Rubio, quiso destacar lo buena forma de caminar, cumpliendo los horarios y el ambiente excepcional que se respira a la hora de su presentación. 

El turno de la Hermandad de Emigrantes se demoró en torno a las 18:00, un poco más tarde de lo previsto. La Hermana Mayor, Cristina Serrat, expresó sus ganas porque llegara el momento e invitó a todos los hermanos a acompañarla. El sentimiento entre hermanos se encontraba en su máximo exponente y los que lo acompañaban dieron hasta su último aliento cantando por sevillanas. 

La presentación es una tradición que desde 2013 se realiza en dos jornadas, dada la gran cantidad de hermandades filiales con las que cuenta la Matriz, que ya son 127, de modo que el acto en un solo día como antiguamente el sábado se hacía demasiado largo. Todas las hermandades, salvo las últimas en ser declaradas filiales, Montequinto (Sevilla) y Torremolinos (Málaga), que celebraron este acto con sus madrinas, la Hermandad Castrense y la de Málaga, respectivamente, se presentaron individualmente ante la Blanca Paloma.

Un día emotivo que sirve de antesala para la llegada del esperado Domingo de Pentecostés, en el que se aguarda a la llegada del salto de la reja que tendrá lugar en la soñada madrugada del lunes.