Nueve años y diecisiete días después el tiempo se vuelve a parar en Almonte. Un pueblo que ha esperado como nadie y que hoy tiene el corazón más grande que nunca. La Virgen del Rocío vuelve a procesionar por las calles de un municipio que la espera con los brazos abiertos. La cita llega dos años tarde, después que el coronavirus irrumpiese durante la estancia de nueve meses que realiza cada siete años la Virgen en Almonte. Hasta hoy la Blanca Paloma ha prolongado su estancia en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, y aguantará una semana más, hasta que el domingo que viene regrese a su aldea. 

No falta ni un detalle en Almonte, que está engalanado para que su Patrona tenga la más bella procesión. La decoración es altruista de los vecinos, que contaron con la ayuda del Ayuntamiento y la Hermandad Matriz. El misterio, como ocurre cada vez que sale la Virgen del Rocío, es a qué hora comenzará la procesión. Es decisión de los almonteños. Las horas las marcan ellos. Un hecho que hace incluso más especial esta cita histórica. Por tener una referencia, la última que la Patrona de Almonte recorrió sus calles, el 5 de mayo de 2013, la procesión se inició a las 08:40; y siete años antes, en 2006, fueron casi 50 minutos más tarde. Es decir, con el paso de los años es cierto que se está adelantando el horario. Habrá que esperar para conocer a qué hora empieza la de este 2022. 

Lo que es seguro es que la parroquia abrirá sus puertas a las 08:00. Y una vez que salga la Virgen de la iglesia el recorrido será el siguiente: Sebastián Conde -hasta la puerta de la Casa de Hermandad-, para volver atrás y continuar por la calle el Cerro; de ahí la imagen continuará por la Plaza de España, calle Cristo, Plaza del Cristo, calle Sevilla, calle Conde Cañete, calle Alcantarilla, calle Rector Martín Villa, Puerta del Ayuntamiento y Plaza Virgen del Rocío.

Otras de las incógnitas es cuántas horas estará la Virgen del Rocío en la calle. En la última procesión vestida de Reina por Almonte, la Blanca Paloma estuvo 12 horas haciendo el recorrido. 

Durante el recorrido muchas personas rezarán a la Virgen cantando, y habrá alguna lluvia de flores, como la habitual en la puerta del Ayuntamiento. Asimismo, en los diferentes arcos que engalanan el municipio se subirán los curas a hombros para rezar la Salve a la Virgen. Esta es la procesión de la despedida. La Patrona del Almonte se despide de su pueblo hasta, esta vez, dentro de cinco años, por lo que será una espera más corta de lo habitual. También hay que destacar que una parte de la Plaza España estará acotada para gente con sillas de ruedas y andadores; al igual que suele ocurrir abajo del Ayuntamiento. 

Recorrido de la Virgen.

Lo que también es una incógnita es la asistencia de personas a Almonte para ver a la Virgen en las calles. Las previsiones cuentan que será una cita histórica. El retraso de la procesión dos años por la pandemia no hace más que alimentar las ganas de estar con la Blanca Paloma hoy para miles y miles de personas. También hay que sumar que muchos rocieros vendrán a Almonte ya que el domingo que viene en el traslado ya estarán en su caminar hacia la aldea con su respectiva hermandad filial, ya que muchas comienzan su camino en pocos días. 

Una de las principales novedades de la procesión es el estreno de las andas. La Virgen del Rocío estrena paso, que es un 30% menos pesado que el anterior y en el que se ha ganado seguridad para la imagen, así como para el bienestar de los almonteños. La idea de la junta de gobierno es que el paso se caiga menos durante el recorrido y la procesión brille más todavía. Dentro de las andas, la reducción del peso se ha logrado, sobre todo, en el techo puesto que antes era de metal y que ahora tiene una base textil bordada.  

Las hermanas camaristas han vestido a la Virgen con el traje de las Hermandades, también conocido como de los Apóstoles, restaurado el pasado año en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, con el mecenazgo de la familia Vela Vela. Confeccionado en el taller de Santa Isabel de Sevilla, entre 1950 y 1961, fue diseñado por Joaquín Castilla Romero. El ajuar está compuesto por el manto, el vestido de la Virgen, obsequio del Vizconde de La Palma, junto a la toca sobremanto y el traje del Niño.

Ambos lucen las coronas de 1919 de su coronación canónica. Las ráfagas son las de punta de martillo, en plata sobredorada, de 1949. El rostrillo de la Virgen es el de Muñoz y Pabón, también estrenado en la Romería de 1919. Y el Pastorcito estrena el broche que el Heraldo Real de Almonte le regalase la pasada Navidad. Las flores que luce son rosas de cera, en varios tonos, que sólo ha lucido anteriormente en 1949.