La Casa sede de la Plaza de San Francisco ya tiene de nuevo el Simpecado Fundacional de la Hermandad del Rocío de Isla Cristina, el conocido Simpecado Viejo por los más veteranos, después de la restauración a la que ha sido sometido por el bordador Manolo Ponce.

El resultado de este trabajo fue presentado a los hermanos y fieles isleños el sábado pasado, coincidiendo con la celebración de la Eucaristía del primer sábado de mes, en la parroquia de los Dolores.

Una vez terminada la homilía, el padre Gegrorio Koza, director espiritual de la Hermandad de Isla Cristina, se colocó frente al Simpecado, sobre una vara realizada y donada por el orfebre sevillano Álvaro Fernández Ramos, y pronunció unas hermosas palabras que culminaron con su bendición.

Fue un acto muy sencillo pero, al mismo tiempo, muy entrañable y lleno de emoción para los hermanos más antiguos de Isla Cristina, por cuanto significa recuperar uno de los elementos vinculados a la historia de la hermandad.

El Simpecado Viejo de Isla Cristina.

Una vez acabada la misa sonaron los acordes de la guitarra de Tomás Requena acompañando a la vocal de Caridad de la Hermandad, Beatriz Morón, para el canto de la Salve, seguido de los vítores del hermano mayor de este año, Emilio Jesús López Maestre.

La Junta de Gobierno de Isla Cristina, filial 45 en orden de antigüedad de la Hermandad Matriz de Almonte, tras ser fundada en 1974, ha recibido la aprobación y el agradecimiento de los rocieros isleños por el trabajo realizado con el Simpecado Viejo. Y el autor, el bordador, Manolo Ponce, también ha sido correspondido con el cariño de los hermanos "no sólo por su maestría sino también por el amor tan inmenso que siempre plasma a través de sus manos.