El camino del Rocío es una experiencia muy recomendable por el ambiente de hermandad, convivencia, espiritualidad y emocional que supone. Los peregrinos que a pie, a caballo o en diversos carros se acercan a la aldea con motivo de la romería se cuentan por decenas de miles.

Sin embargo, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones a la hora de emprender el camino hasta la aldea almonteña para que, a la llegada, no se convierta en un mal recuerdo.

Peregrinos haciendo el camino hacia El Rocío.

Al Rocío en coche

Si opta por ir a la aldea de El Rocío en su propio coche, las colas suelen ser muy largas, a veces, de horas. Lleve el coche con suficiente combustible y cargue las baterías de sus teléfonos por si fuera necesario. Salir con tiempo y tener paciencia serán buenos aliados.

Especialmente los peregrinos que opten por hacer el camino a pie conviene que se inscriban como peregrinos en alguna de las hermandades y, aunque hagan el camino en solitario, caminen junto a la comitiva de alguna hermandad.

Hidratados constantemente

De esta forma, podrán contar avituallamiento y bebidas en caso de necesidad. La hidratación, debido a las altas temperaturas que se esperan, debe ser continua, especialmente en personas de mayor edad y niños. El uso de algún sombrero, gorra o pañuelo, que mitigue los efectos del calor en la cabeza también es recomendable.

Si se va con una mochila es recomendable llevar solo lo fundamental, para aligerar peso. Otra opción, no siempre viable, es pedir que algún carro guarde el equipaje, aunque eso depende de la voluntad de sus ocupantes.

Una mujer con mascarilla en El Rocío.

Caminar por las arenas afecta, especialmente, a las personas que tienen problemas respiratorios (asma, alergias, EPOC…), por lo que conviene aumentar las precauciones. Los niveles de polen suelen ser elevados en primavera, a pesar del año tan seco que está siendo. Por todo ello, consultar a su médico para estar prevenido en caso de una crisis respiratoria e ir provisto de gafas de sol y mascarillas siempre serán buenos aliados.

A nivel meteorológico, se espera poca o nada de lluvia y altas temperaturas, por lo que conviene aplicarse protección solar de un factor elevado (50 o 50+) para evitar quemaduras por el sol o los reflejos. Reponer la protección y usar gafas de sol de calidad también serán buenas medidas preventivas.

Ropa cómoda para el camino

La ropa es un elemento a tener en cuenta. Especialmente por el calor, es recomendable llevar ropa ligera y algún repuesto. No obstante, esta temperatura, más aún por la cercanía de las marismas, baja por las noches.

A la caída del sol, tenga a mano algo de ropa de abrigo. Aspecto destacado es el calzado. Para caminar por los caminos de arenas (por donde transcurre la mayor parte de la peregrinación y la propia romería) se debe llevar calzado que sea cerrado y cómodo, que facilite la transpiración. Varios pares de calcetines de algodón o protección para posibles rozaduras también son adecuadas en este caso.

Se debe aprovechar las paradas de las comitivas de las hermandades para tomar un descanso e hidratarse adecuadamente o, incluso, cambiarse de ropa, si fuera necesario.

Mujeres caminando por las arenas.

Mantener una alimentación sana

El consumo de alcohol debe realizarse siempre con moderación y precaución. Incluso en pequeñas cantidades disminuye la atención, la velocidad de reacción y los reflejos. Además, en combinación con ciertos medicamentos puede provocar los efectos de estos y producir efectos secundarios desagradables. En estos casos, consulte con un médico.

La alimentación también requiere cuidados, para evitar empachos, intoxicaciones…, especialmente si hay algún tipo de intolerancia. Mucha precaución con las salsas o productos que lleven huevo, pues se cortan fácilmente con el calor. En cualquier caso, es conveniente beber mucha agua y mantener la higiene en las manos.

Un grupo de personas comiendo durante el camino.

Primeros auxilios

Contar con un pequeño botiquín cerca, para actuar en caso de pequeños accidentes, nunca será mala idea. Material básico de curas, algún analgésico o antiinflamatorio, pomadas para quemaduras y picaduras serán de gran ayuda. Para cualquier incidencia, recuerde que el número de emergencias es 112. 

No obstante, una vez en la aldea, el hospital de campaña estará ubicado en el recinto de la AICAB, en la R-30, desde el 5 de junio y para facilitar el acceso, el Ayuntamiento de Almonte ha situado allí una parada de las lanzaderas.

Efectivos sanitarios atienden a un hombre en El Rocío.

Es de bien nacidos ser agradecidos. Al llegar a la aldea, dar gracias a la Virgen por el camino realizado siempre será de agradecer. El magnífico ambiente y la experiencia vivida bien lo merecen.