Llegó el momento más esperado para los rocieros de Isla Cristina y Ayamonte. Ellos, que son los que más pasos dan en la provincia onubense antes de postrarse ante la Blanca Paloma, inician en la mañana de hoy su peregrinar hacia la aldea almonteña. Ya suena cohetes y salves matinales, ya hay revuelo de volantes y botos cargados de fe haciendo camino al andar.

Pero para llegar a este instante, las dos filiales se han empleado a fondo para dejarlo todo listo y que nada falle en la peregrinación rociera. La Hermandad de Isla Cristina, por ejemplo, realizó el viernes el traslado del Simpecado desde la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores a la casa hermandad de la plaza San Francisco.

En una procesión multitudinaria en la que el sagrado estandarte estuvo arropado por cientos de rocieros isleños, recorrió las calles del centro de la localidad hasta quedar entronizado en su carreta. El emotivo acto culminó con la salve iniciada por el grupo local Kalandraque y que terminaron entonando todos los rocieros.

Llegaron después los momentos de los exornos florales, de poner a punto los carros. Hoy, inician los isleños su camino hacia El Rocío dirigidos por el hermano mayor, Emilio Jesús López Maestre.

Ayamonte también llevó a su Simpecado en procesión en la tarde del sábado hasta la capilla del Socorro del barrio de la Villa, desde donde partirá tras la celebración a las 8:00 de hoy de la Misa de Romeros, oficiada por los sacerdotes Juan Manuel Pérez y Felipe Ortiz. La misma hora es la elegida para la eucaristía por la filial isleña.

Los hermanos mayores de Ayamonte, Marina y Gonzalo Orta González, se harán cargo de los peregrinos. Una vez instalado en su carreta de plata, la comitiva comenzará su caminar por las calles de la ciudad, parándose en los templos, en el Ayuntamiento y en la Comandancia Militar de Marina, donde se le cantará la salve marinera. El ángelus se rezará en el cuartel de la Guardia Civil, donde habrá ofrenda floral. Y de allí, rumbo a La Redondela para encontrarse con la Virgen de la Esperanza.

Antes de la primera pernocta en Cartaya, la Hermandad de Ayamonte visitará a la Virgen de la Bella, en Lepe, y a la Patrona de los cartayeros, donde se rezará la salve.