Elecciones municipales

Una tapa de jamón de Huelva con los alcaldables

  • Los candidatos a la Alcaldía de la capital degustan un pata negra onubense mientras ofrecen su visión de Huelva: la quieren más verde, más solidaria, con más empleo y mejor comunicada

Una tapa de jamón de Huelva con los alcaldables de Huelva.

Una tapa de jamón de Huelva con los alcaldables de Huelva. / Esteban (Huelva)

El tiempo no es precisamente lo que les sobra en plena campaña electoral, pero los candidatos a la Alcaldía de Huelva nos hacen un hueco en la agenda para compartir con nosotros una tapita de jamón onubense. Con el paladar conquistado por el poderío de uno de nuestros manjares, nos exponen cómo es la ciudad que quieren, la que ofrecen a los votantes que decidirán quién toma el bastón de mando tras la jornada electoral del 26-M.

El primero en sentarse a la mesa es el alcalde en funciones y candidato del PSOE, Gabriel Cruz. “Quiero una Huelva que avance por el camino de la modernidad, abriéndose al exterior y a las nuevas tendencias, que sea cosmopolita, que crezca desde su inmensa riqueza cultural, gastronómica, histórica, desde el talento de su gente; y que a la vez defienda sus símbolos, señas de identidad y tradiciones”, nos cuenta.

“Una Huelva que ofrezca oportunidades de empleo”, que se fusione con la ría, que “ponga en valor su patrimonio arquitectónico, con más zonas verdes y parques infantiles, y espacios de ocio de calidad para disfrutar en familia”. El socialista promulga una capital más solidaria, con “equilibrio y cohesión”, que sea referente de la Cultura y el deporte, “bien comunicada y con infraestructuras de calidad” y en la que se potencien una “industria limpia y las energías renovables”.

La candidata del PP, Pilar Marín, toma asiento y cata el piscolabis. Ella propone un modelo de urbe “con una estrategia verde para convertirla en Ciudad Verde Europea”. Ansía “reiniciar Huelva”, un cambio que quiere conseguir “contando con la opinión de cada onubense”.

Entiende la popular que “hay que apoyar a las pymes y a los autónomos, que son los principales generadores de empleo”, porque a ella no le da “la gana de que Huelva entre en el bucle del pesimismo”. Por ello propone una ciudad “sostenible, comunicada, deportista, histórica, rociera y cintera, iberoamericana, colombina, divertida y carnavalera; unida a su provincia como capital cercana, universitaria e investigadora, reivindicativa y solidaria, marinera e industrial, minera y turística, taurina y recreativista, decana y culta, gastronómica y luminosa y moderna y universal”.

Néstor Santos, alcaldable de Ciudadanos, comparte con este diario tapa y reflexiones personales: “He decidido dar el salto a la política para dejarle a mis hijos la Huelva que quiero vivir”. Para él es básico en ese modelo de ciudad que haya “un importante espacio para el ocio, que pueda disfrutar los fines de semana con mi mujer y mis hijos paseando, que esté limpia, que te puedas ir a comer cerca de la ría”.

Hablando de jamón, destaca que “tenemos lo mejor en gastronomía y nos hace falta que los restaurantes sean de primera categoría y que haya muchos, que podamos elegir, no que haya cuatro restaurantes referentes y no haya iniciativas”. Como sus hijos están a punto de ser universitarios, “quisiera dejarles una Huelva en la que ellos no se tengan que ir fuera”. También quiere proteger el patrimonio cultural y los cabezos.

Mónica Rossi, candidata de Adelante Huelva, se imagina como alcaldesa en una ciudad del futuro (y con futuro) “donde las personas son felices y con empleo y que mira hacia su ría, porque hemos descontaminado la avenida Francisco Montenegro” y los fosfoyesos. Sueña con una Huelva “donde las mujeres son iguales a los hombres y nos sentimos seguras al andar por las calles”, sin violencia machista. Los barrios “estarán llenos de vida porque habrá muchas actividades de ocio, de cultura, de deportes, y los vecinos decidirán las cosas, dónde nos gastamos el dinero y qué quieren que hagamos con él”.

Imperará en esa ciudad de Rossi la movilidad verde y no tendrá “viviendas vacías, porque estas serán puestas al servicio de las personas”. Será también multicolor, como el colectivo LGTBI, integradora con los migrantes y “orgullosa de su patrimonio”.

Rafael Gavilán, alcaldable de Mesa de la Ría, plantea una Huelva “totalmente distinta”, para comérsela. Él considera que necesita un “cambio estructural” de modelo económico y apuesta por “una reconversión económica, por un rediseño de la ciudad que tiene que pivotar sobre los nuevos usos que se determinen para los terrenos de la Punta del Sebo”.

Quiere para Huelva una “industria sostenible, limpia, tecnológica, turística, de hostelería”, además de grandes espacios verdes e instalaciones deportivas y culturales. Tiene claro que el modelo económico de la “industria pesada química de chimeneas es incompatible con el desarrollo de cualquier otra actividad económica y empresarial”.

Ruperto Gallardo, de Creo en Huelva, también se apunta a ponerle sabor a jamón a la campaña. Quiere una ciudad “amable, donde uno quiera vivir”. Para eso, por ejemplo, “los parques deben estar cuidados, tiene que ser una ciudad limpia, solidaria, donde nadie que quede por detrás y no haya tanta desigualdad entre distritos”. La ve como una capital donde “el empleo no sea una de sus grandes carencias, en la que los Servicios Sociales cada vez sean menos necesarios”.

Su Huelva debe ser “más agradable, que no tenga esta falta de comunicación con las provincias aledañas, donde el turismo sea una seña de identidad y la cultura esté en todos los barrios”.

Desde las filas de Vox, su candidato en la capital, Wenceslao Font, también quiere una Huelva “alegre” y para chuparse los dedos. Su pretensión es que el Ayuntamiento sea “transparente en su gestión” y que la urbe sea “amable con todos, positiva para que luchemos todos unidos, sacándola de su crisis”. Estima que debe ser una ciudad “segura, limpia y cuidada, competitiva y deportista, con igualdad de oportunidades para mayores, jóvenes, hombres y mujeres, apoyando a las familias”.

Su Huelva también es “verde, recicladora, concienciada en defender su patrimonio, turística, que promocione nuestra historia, nuestra gastronomía, nuestros monumentos”. A ello añade que la ciudad debe ser “dinámica, con más y mejor empleo, cultural, comercial, una Huelva a la que queramos todos”.

Jamón en mano el candidato de Independientes Huelva, Ramón López, nos introduce en un mundo onírico, porque él sueña con “recuperar la Huelva de mis abuelos para que la puedan disfrutar mis hijos y mis nietos”. Le gustaría “recuperar la ilusión para mirar a Huelva desde el balcón del Conquero o bañarme en la Punta del Sebo, o abrazarme a la ría disfrutando del sosiego de la Fuente Vieja”.

Para conseguirlo, sugiere “cambiar fundamentalmente el modelo productivo para generar riqueza y empleo, que es la mejor manera de combatir la pobreza”. López remarca que la prosperidad “para nuestros vecinos” es clave, creando puestos de trabajo orientados al turismo y la industria agroalimentaria, “la Cultura y nuestras tradiciones”. Sus intereses se centran en “facilitar la conexión entre los barrios”, crear una “ciudad libre de barreras arquitectónicas para nuestros discapacitados” o incentivar, “en definitiva, una ciudad verde y con armonía, sobre todo con nuestras mascotas”.

Nos sentamos ahora con Andrés Díaz, de Andalucía x Sí, quien aboga por una Huelva “moderna, bien comunicada y que muestre sus privilegios como enclave natural al mundo”. Lo primero que haría si alcanzara el bastón de mando es “conformar un ayuntamiento transparente, ágil y eficaz, donde a cada problema se le dé una respuesta”. Si tiene que hacer un diagnóstico de los problemas más acuciantes, los halla en “el desempleo, la vivienda y la protección social a los más desfavorecidos”.

Con un lema de campaña inspirador, Una Huelva sin Complejos, estima que la ciudad “tiene muchos asuntos que debatir, como el tránsito ordenado a industrias que no sean contaminantes y que son un handicap para la industria turística” para transformarse en una ciudad como Bilbao. Además de por el turismo, cree que Huelva debe inclinarse hacia “las industrias manufactureras y tecnológicas”. Tampoco se olvida de la importancia de “dinamizar los barrios y descentralizar los eventos de la ciudad”.

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